El caos es una forma de gobernar. El caos beneficia a la corrupción y a los llamados líderes políticos que viven de hacer creer que solucionarán el caos. Cada espacio arrabalizado en la ciudad tiene detrás un componente de personas que viven de ese caos, ya sea cobrando peaje, protección, o siendo proveedores de los que están en caos. Algunos tienen abogados, o son abogados, o se hacen llamar representantes que van a «resolver» o a mediar, sin ser parte implícita pero si los tópicos son parte de su modus…
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