Si bien es cierto que las personas no tienen por qué incluir en su canasta de conocimientos el intríngulis de cada una de las leyes de la república, los comunicadores y periodistas deberían, por respeto al nicho de público que les sigue, sea grande, mediano o pequeño, estudiar un poco. Ver a un comunicador, periodista, o simplemente a alguien que aspira a aparecer frente al público, preguntar cosas absurdas como «¿qué ha hecho una Alcaldía X con su presupuesto?» es simplemente politiquería, oposición o perfectamente un signo de ignorancia.
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