Las dos figuras legendarias del ejército rebelde de Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, estaban a cargo de las dos columnas guerrilleras que atacaron la ciudad de Santa Clara, la tercera ciudad más grande de Cuba y la capital de la provincia de Las Villas.
Fue el último bastión importante de la estrategia defensiva de Batista donde su ejército había consolidado una enorme fuerza para resistir a los rebeldes. El plan del ejército rebelde parecía suicida, ya que solo contaba con 300 hombres y estaba comparativamente mal equipado en armas y suministros.
En contraste, el ejército de Batista tenía la fuerza de 3500 soldados y diez tanques, también un tren blindado se dirigía desde La Habana con otros 400 soldados bien armados, con armas, municiones, suministros y pertrechos militares.
El Che había trazado una estrategia de batalla a tres bandas: mantener a las tropas de Batista encerradas, detener el tren blindado e involucrar a los lugareños generalmente solidarios para ayudar a la fuerza rebelde.
Todos sus planes funcionaron a la perfección, los lugareños restringieron los movimientos de los tanques y vehículos blindados del ejército de Batista mediante la creación de barricadas por toda la ciudad, el tren de suministros fue atacado y confiscado después de que los rebeldes retiraran una parte de las vías del tren con tractores.
Con una potencia de fuego considerable a su disposición, el ejército rebelde pudo triunfar sobre los defensores ya desanimados para rendirse, pues la batalla de Santa Clara fue la batalla decisiva de la revolución cubana.
Menos de 12 horas después de la caída de Santa Clara, Fulgencio Batista huyó de Cuba hacia República Dominicana. Era el día 31 de diciembre de 1958, hace 62 años, cuando Fidel y sus compañeros empezaron a crear la historia revolucionaria cubana.
62 años después de la revolución, bajo más de medio siglo de escrupuloso bloqueo y guerra económica, Cuba ha alcanzado muchos logros considerables de los que puede enorgullecerse.
Ha erradicado por completo el analfabetismo, un logro sin paralelo entre los países de América Latina, incluso los Estados Unidos, el gobierno cubano brinda educación gratuita a todos sus niños hasta el nivel universitario.
El país tiene la tasa de retención escolar más alta, el número más alto de maestros per cápita y el número más bajo de estudiantes por aula de todo el mundo.
