A los 34 niños muertos les preceden cientos y le seguirán cientos más

La hipocresía de la clase política quiere hacer de la muerte de 34 infantes en una maternidad, su agosto, criticando puntualmente un Sistema de Salud fallido con complicidad eterna de la irresponsabilidad y el abandono de muchos.

Un sistema de salud precario donde el negocio va desde la compra en las medicinas y tratamientos hasta el rejuego que hacen los médicos sorteando sus deberes con lo público y su vinculación con lo privado, frente a la ausencia de reformas en ninguno de los planes de campaña de partido o candidato alguno.

El arribismo de campaña, que consiste en aprovecharse de las debilidades del sistema, pero solo cuando les conviene, matiza el comportamiento político de quienes solo quieren alcanzar el poder para no hacer cambios de nada.

Cada cuatro años se repite la historia, escándalos por muertes, descuidos y desabastecimiento que ponen los tópicos de moda mientras las estadísticas señalan a todos, gobierno y oposición, como culpables de cada muerte ocurrida.

Fallece alguien y los medios se muestran «preocupados» y más, frente a un gobierno con poca experiencia en el Control de Daños.

Nadie profundiza en el desastre y la fragilidad del sistema, todos saben qué total, son muertos de un hospital público, sin apellidos bonitos, que pronto pasarán a las estadísticas y al olvido hasta que se reúnan varias actas de defunción en corto tiempo y todos nos acordaremos, otra vez, de pronto, de que la República Dominicana posee un fallido sistema de Salud que a pocos interesa reformar.

@Fdo_Buitrago

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