Es cierto que Leonel Fernández le levantó la mano a Romero, hizo un podcast que me dicen, borró y recorrió parte del territorio con él, pero ¿y los resultados?
Dizque los morados tienen una alianza con los verdes, pero aquí no hubo alianzas. Romero se agarró hasta el final a sabiendas de que perdería, y al parecer, Luis Alberto se habría creído el cuento de que los leonelistas votarían por él.
¿Quién convenía más a la Fuerza del Pueblo como ganador? Respuesta: Dio Astacio.
Si Luis Alberto ganaba con la Fuerza aguacate, tendría que compartir parte del pastel, pero no todo, convirtiendo al partido dizque «aliado no oficial» en su rémora. Mientras que cuatro años pasan rápido y ahora, a Dio, quien augura un gobierno desastroso, se le puede hacer mejor oposición y con ello posicionarse mejor.
Se sabía que Luis Alberto habría subido como espuma por el efecto Manuel, pues Dio Astacio, como él mismo dijo, estaba «fuera de pronóstico», siendo el cuarto lugar en las elecciones internas y ahora no superaba el 28% en el «gusto popular». Esto fue determinante, se movieron muchas variables, incluyendo los brazos caídos de la Fuerza del Pueblo que, dizque, votarían por Romero, pero tampoco lo hicieron.
La única pregunta que no tendrá respuesta es si todo fue un plan orquestado, e incluso con pactos soterrados con los gobiernistas, o simplemente, no se mandó a votar para no fortalecer a un partido al que el líder verde le llamó «los ingratos de palacio».
