En un nuevo capítulo de autoritarismo, la Alcaldía de El Almirante ha desatado una ola de indignación entre los habitantes y comerciantes de las zonas aledañas al Mercado de El Almirante. Bajo el pretexto de «poner orden», un grupo de individuos autodenominados Policía Municipal —con uniformes y parafernalia que parecen otorgarles una autoridad cuestionable— irrumpieron en áreas de propiedad privada cercanas al mercado, afectando tanto a vendedores dominicanos como haitianos.
Estos «paramilitares» municipales, como los han calificado algunos testigos, priorizaron en su intervención a los vendedores haitianos, invadiendo espacios que, aunque colindan con el mercado, son de dominio privado. Esta acción no solo representa una violación a la propiedad, sino que también pone en evidencia un patrón de abuso de poder que los residentes de la zona han denunciado en múltiples ocasiones.
En El Almirante, haitianos y dominicanos conviven en una frágil pero funcional armonía. Muchos de los nacionales haitianos que operan en el área están documentados y han establecido lazos de cofraternidad con sus vecinos dominicanos. Sin embargo, esta convivencia se vio interrumpida por la incursión de estas fuerzas, que, lejos de actuar con el rigor de un ejército formal, deambulan con un sello que los identifica como enviados del alcalde. Su proceder, descrito como abusivo y desproporcionado, ha reavivado los temores de un «neotrujillismo» que parece haberse instaurado como método de control sobre los ciudadanos.
No es la primera vez que se señala a estas fuerzas por su autoritarismo. Las denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza y las tácticas intimidatorias han sido una constante, pero las autoridades locales parecen hacer oídos sordos a las quejas. Los habitantes de El Almirante se preguntan: ¿hasta cuándo se permitirá que la Alcaldía actúe por encima de la ley, pisoteando derechos fundamentales bajo la excusa del orden público?
Este incidente no solo pone en tela de juicio la gestión municipal, sino que también expone una preocupante deriva hacia prácticas que recuerdan los tiempos más oscuros de la historia dominicana. La ciudadanía exige respuestas, pero, sobre todo, respeto a su dignidad y a sus derechos.
creado por Multimedios LZO, La Agencia de Prensa y Creación de Contenidos
