Varias veces no puedo evitar ver en las redes un dique «acuerdo» que varios alegados aspirantes a la Alcaldía de Santo Domingo Este han hecho para quién sabe qué, porque según se aprecia, estos estarían de acuerdo en que el actual alcalde no debe ir por el PRM aun a sabiendas de que fue este quien llevó luego de catorce años al partido al poder y que aun hoy, posee los números para ganar.
Aun cuando las aspiraciones de cada quien son válidas, cada uno de los que dizque «están en el acuerdo» y los que no, seguro, casi todos, saben que no llegarán a la final, están convencidos de que conocen la última página y buscarán oportunidades emanadas de la competencia o… la dizque competencia.
Aspirar a la Alcaldía para muchos es solo un trampolín e incluso, se sabe, que algunos de ellos evitan por todos los medios mencionar ni al Alcalde de turno ni su posicionamiento dentro del PRM, pues ese no es su objetivo, sobre todo conociendo los números que maneja palacio y que dan como único con posibilidades de retener el poder a Manuel Jiménez.
Los pactos poseen un propósito incluso, una época, por lo que la lógica descartaría que algunos de los dizque participantes estén acordando algo porque resultarían más «tontos» y antipólitocos que lo que cualquiera podría concluir.
En Santo Domingo Este, como en todo territorio, hay quien siempre trata de hacerse el más listo que todos y es posible que por ahí, y no por otros lares, sea que «van los tiros», la realidad.
¿Qué persiguen entonces los aspirantes?
Diferentes son los propósitos, casi nulos, el de la propia aspiración, aunque no se descarta que un evento inusual les impulse a ser el elegido a algunos de ellos.
Según lo que se aprecia de los que dicne que aspiran y los que se sabe que de verdad aspiran, se buscan desde impunidad ante acusaciones que podrían ponerse «feas», pasando a los que les manda el ego hasta el punto de hacer peligrar sus funciones en el gobierno, algunos aspiran a dar saltos hacia algún ministerio… cansados de ser «elegidos a lo mismo», mientras que otros quieren comenzar a aglutinar, «sonando», alguna militancia a su alrededor para propósitos «varios».
Por la propia naturaleza de los que dicen, pactaron, es casi imposible que sea cierto o al menos, que exista un acuerdo bajo las condiciones que algunos escritos plantean, pues unos son, en teoría, demasiado éticos para algunas acciones y otros son en extremo perversos, por lo que aceite y agua… no se mezclan.
Como multimedia, está bien, pero como escenario real político es si bien podría no ser inexistente, absurdo.
De los propósitos de los devenidos como políticos que usan aspirar como un deporte, para terminar engañando a todos los que en un momento creen en que ellos quieren llegar, está bien, es difícil conocer a alguien que aspire a algo hasta el final, nadie a ciencias ciertas podría decir qué quieren en realidad, solo el tiempo dirá y la prensa debe estar ahí para decir un claro: «te lo dije».
Mientras tanto, el estrecho sector político que está detrás de estas aspiraciones, siempre pequeñas y atrapadas solo en algunos sectores del PRM, sin incidencia alguna hacia afuera del partido, seguirá engordando algún que otro medio o cuasi medio, sirviendo de lectura entretenida como comic, al que hoy dedique 10 minutos del imnomnio casual.