El nuevo alcalde de Santo Domingo Este posee, pues fue uno de los principales defensores de la ciudad, el plan de desmonte inmediato del proyecto Invasor de construir una terminal Contaminante de Ómnibus en el medio de un pulmón ecológico, a solo metros del parque Del Este y del centro Turístico de Los Tres Ojos.
¿Cuáles son los intereses que hicieron que el Gobierno de la República Dominicana invadiera un terreno cuan piratas en siglo XXI, se apoderaran sin avisar de un terreno, lo cerraran, violando todas las leyes medioambientales del país, las municipales para luego, burlarse de sentencias de los tribunales superiores de la república que le obligaban a detener la ilegal obra?
El actual presidente de la República violó su juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes de la nación… la ciudad, representada por sus regidores y alcalde, primero, divagaron pero luego se apiñaron para traicionar la voluntad del pueblo y colocarse al lado del invasor, violando igualmente leyes y de forma ilegal aprobar el uso de suelo con innumerables irregularidades que hizo de la actitud de cada uno de los integrantes de esas salas y funcionarios, ser demandables.
Pero el contexto cambió.
Quien fuera uno de los pilares en la lucha por preservar el parque y desarrollarlo, se convirtió en alcalde y la lucha por sacar a los invasores y quien sabe, hacer pagar a los culpables, recién, va a comenzar.
Nunca se estuvo en contra de la construcción de la terminal, sino del lugar y la forma en que el Ejecutivo Nacional irrespeto leyes y al millón casi trescientos mil habitantes de una ciudad para presionar a sus representantes a seguirles en esta aventura de piratería moderna.
Casi todos los regidores del partido de Gobierno que participaron en la invasión, no repiten, los demás, no les queda otra que bajar la cabeza y tal vez respirar profundo ante la caída y quien sabe, el pronto olvido de este bochornoso capítulo donde pudo mas el deseo de irrespeto del Ejecutivo que el deber de los representantes del pueblo de cumplir su deber…
La terminal tiene que mudarse de lugar hacia una zona consensuada, los culpables deben resarcir los daños, el parqueo debe otra vez ser el parqueo donde hoy está esta horrible construcción para que a nadie mañana se le ocurra inventar en esa estructura en vez de verde y arbórea, metálica, horrible.
La ciudad debe cerrar uno de sus más bochornosos capítulos y que quede constancia de los que una vez traicionaron por miedo político o por súbditos cuasi lacayos, al poder que para colmos, se creyó eterno.