Siempre acompañado, el pastor devenido político usa los más modernos métodos mercadotécnicos para avanzar.
Primero se acuña un diminutivo «DIO» que llegue a todos. En las pasadas elecciones ensució todas las principales paredes de la ciudad con carteles puestos en grupos inmensos y amarillos ocultando todo lo que le rodeaba, ataca a sus semejantes en vez de al poder, pues es, y lo sabe, ahí donde se crece, pues los llamados partidos mayoritarios están copados por sus estructuras.
Dio pudo buscar muchos votos en las pasadas elecciones, no se tiró nunca contra el poder hegemónico del PLD ni contra el PRM, prefirió declarara a Manuel Jiménez como su adversario político y este se dejó sorprender, siendo incluso un factor importante en que la oposición no ganara el municipio pues una unión de ambos, previo acuerdo, habría cambiado, seguro, el balance del voto, sin embargo, Dio prefirió no pactar, así como el PRM y el PRD que llego tarde de la mano de Rutinel, para juntos disgregar el voto proManuel y con ello, tenemos lo que tenemos.
La Historia reciente está ahí.
Inmediatamente Dio rompe el pacto con el PQDC de Wessin, ajusta «sus regidores» y planta cara a un proyecto municipal que no prosperó, cayendo en los brazos del PRM, otrora PRD, (que ya se sabia sus vínculos) llegando «desde arriba», con bombos y platillos.
El PRM hoy se encuentra virtualmente dividido en dos tendencias que por momentos lucen en extremo antagónicas. Dio llega con ímpetu, implacable, como tendencia a lo interno y aviva más el conflicto. Gran parte del PRM está convencido que se gana con Manuel, sin embargo, Manuel no está juramentado en el PRM y Dio si, por lo que solo mediante un pacto podrían amarrar.
Un segmento de los candidatos, incluyendo Dio, están usando a las iglesias para sus propósitos partidarios, mezclando el accionar del pastor con el del político, aprovechando espacios y, como en la elección de los jueces en la junta municipal, literalmente, te dicen que ellos son el 25% de la población y van de las iglesias a las candidaturas, tomar el poder.
Dio conoce de mercadeo político, es pastor, los pastores estudian esos «fenómenos», técnicas de discursos, PNL y demás, conocimientos de cómo mover al clientelismo dando el mensaje que las personas quieren escuchar.
Hoy Dio llega al PRM y hay miedos dentro de sus estructuras, pues su ímpetu podría incluso tragarse la vida interna del partido que han sobrevivido «toda la vida», tenido vida partidaria por décadas.
Lo quiere todo, desde la política eso está bien, sin embargo, la velocidad ha suscitado desde ya desconfianza y ella es vital para la propia vida partidaria y para incluso, ganar
Dio no paleará contra el PLD sino contra sus opositores cercanos, Adan, Manuel, etc, irá corroyendo esos nichos con sus estudiadas técnicas mientras estos, no entienden del todo el fenómeno podrían perderlo todo, absolutamente todo.