Written by Henry Ramirez on enero 18, 2025
Microsoft ha vuelto a generar controversia al forzar actualizaciones en millones de PCs con Windows, encendiendo las alarmas para aquellos usuarios que aún se aferran a versiones antiguas del sistema operativo. Esta estrategia impacta principalmente a usuarios de Windows 10 que, por diversas razones, no han migrado a Windows 11.
El dilema de Windows 10
De los 850 millones de usuarios de Windows 10, se estima que 400 millones no cumplen con los requisitos de hardware necesarios para actualizar a Windows 11. Estos usuarios se enfrentan a un dilema: actualizar su hardware, quedarse con un sistema operativo sin soporte o buscar alternativas.
La fecha límite para el fin de soporte de Windows 10 se acerca rápidamente (octubre de 2025), y Microsoft no ha dado indicios de flexibilizar sus requisitos. Esto deja a millones de usuarios en una posición vulnerable frente a posibles brechas de seguridad.
Actualizaciones forzadas: Outlook y Windows 11 24H2
En las últimas semanas, Microsoft ha intensificado su campaña de actualizaciones forzadas con dos movimientos estratégicos:
Outlook: Microsoft ha comenzado a instalar forzosamente su nuevo cliente de correo electrónico Outlook en todos los dispositivos con Windows 10. Esta medida, si bien busca unificar la experiencia de usuario, ha generado molestia entre quienes prefieren versiones anteriores del programa.
Windows 11 24H2: La compañía también ha iniciado la implementación forzada de Windows 11 24H2 en sistemas elegibles no administrados que ejecutan las ediciones Home y Pro de Windows 11 22H2 y 23H2. Esta actualización, que incluye nuevas funciones y mejoras de seguridad, puede no ser bienvenida por todos los usuarios.
El precedente: KB5001716
Estas acciones no son sorprendentes, ya que Microsoft había advertido sobre su intención de forzar actualizaciones. El año pasado, la compañía implementó el parche KB5001716 en PCs con Windows 10, advirtiendo que «cuando se instale esta actualización, Windows puede intentar descargar e instalar actualizaciones de funciones en su dispositivo si se está acercando o ha llegado al fin del soporte para su versión de Windows instalada actualmente».
¿Obsolescencia programada?
Las prácticas de Microsoft han reavivado el debate sobre la obsolescencia programada. Muchos usuarios consideran que la compañía está forzando la actualización de hardware para impulsar las ventas de nuevos equipos.
Si bien Microsoft argumenta que las actualizaciones son necesarias para garantizar la seguridad y la compatibilidad, la forma en que se están implementando genera desconfianza y resistencia entre los usuarios.
Alternativas para los usuarios
Ante esta situación, los usuarios de Windows 10 tienen varias alternativas:
Actualizar a Windows 11: Si su hardware lo permite, esta es la opción más recomendable para mantener su sistema seguro y actualizado.
Actualizar su hardware: Si su PC no cumple con los requisitos de Windows 11, puede considerar actualizar algunos componentes, como el procesador o la placa base.
Quedarse con Windows 10: Si decide no actualizar, debe ser consciente de los riesgos de seguridad que implica utilizar un sistema operativo sin soporte.
Migrar a otro sistema operativo: Existen alternativas a Windows, como Linux, que son gratuitas y ofrecen un buen nivel de seguridad.
La estrategia de actualizaciones forzadas de Microsoft ha generado controversia y preocupación entre los usuarios de Windows. Si bien la compañía busca garantizar la seguridad y la compatibilidad de sus sistemas, es importante que los usuarios estén informados sobre las implicaciones de estas actualizaciones y que puedan tomar decisiones informadas sobre el futuro de sus equipos.
Fuente:
RPP Noticias