En Santo Domingo Este existen escenarios raros en las contienda que se desarrolla.
El candidato que va delante, del PLD, es, seguro, representante del partido más desprestigiado y débil del municipio, mientras que en segundo lugar se encuentra el del partido de gobierno, pero que está divorciado del partido y de la alcaldía que debería apoyar, mientras que todavía el que aparece en tercer lugar pero subiendo mucho, es el de la Fuerza del Pueblo, que seguro, es el partido con mayor militancia comprobada.
Producto de que la militancia no se siente identificada ni con los resultados electorales de las primarias y menos, con las formas en que se maneja el candidato «impuesto», están ocurriendo amenazas a los candidatos a regidores que no se sumen a la campaña del candidato a alcalde, so pena de retaliación o de afectarles en los resultados en las mesas.
Las boletas van separadas.
Hasta las elecciones pasadas el candidato a alcalde tenia que ver con los regidores y viceversa, pero ahora el «arrastre», no va, es preferencial.
Cada candidato pelea sus propios votos, los regidores cada uno sus votos y el candidato a alcalde, solo, los suyos… los regidores no tienen por qué apoyar incluso al alcalde de su partido y pueden libremente buscar votos fuera e incluso, de militancias contrarias.
Este es uno de los logros más importantes de la Ley Electoral. El único tema pendiente que seguro se implementa pronto es sectorizar los regidores.
Se recuerda que desde las elecciones del 2020 los diputados y senadores fueron separados, sin arrastre, con voto preferencia, por lo que el ciudadano e incluso, el militante, podía «picar el voto», por lo que «esos discursos» de «el color entero» que el PLD enarboló, es historia o al menos, queda solo en discurso.
El ciudadano puede ahora destrozar en colores la boleta, convertirla en un arcoiris, escoger el presidente de su preferencia, el senador, el diputado, el alcalde y el regidor, por separado, de partidos diferentes, no tienen que ser ni aliados, por lo que el llamamiento de votar de forma partidaria es vacío, al menos para el 70% de la ciudadanía que no están inscritos en partidos, ni les importa.
Las amenazas contra candidatos a regidores se denuncian desde todos los partidos aunque más, en el PRM, produciendo un lenguaje de retaliación inaceptable a lo interno y complicando más aun el clima de cara a las votaciones.
