Fué el parque más arrabalizado en lo que tiene que ver con propaganda electoral en la campaña del 2020.
Arboles, bancos, todo, lo llenaron de pegatinas y hasta colgando banners de las hojas de los árboles.
Aun cuando el Alcalde Manuel Jiménez parece tener buen vínculo con los dirigentes sociales de Villa Faro, específicamente los que tienen que ver con su parque, la realidad es que el desafío a colocar carteles en espacios que son públicos y para los cuales no solo no están autorizados sino que violan las leyes municipales, es evidente.
Villa Faro debería ser el lugar donde se tuviera más conciencia del respeto ala ley y los Espacios Públicos y se sabe que ha habido advertencias, por lo que es claro que el mantener la presión, es claramente un desafió personal contra algún director desde algún ente comunitario o directamente a la Alcaldía.
El parque de Villa Faro es un espacio público, que posee su patronato pero este no es quien para dar permisos de colocación de publicidad, del tipo que sea, en espacios que son de la ciudad.
La Alcaldía se encuentra en la difícil posición de tener que aplicar correctivos e incluso, multas, a los violadores de la Ley, pero aun así, causa curiosidad el desafío constante de las propias autoridades ciudadanas, que en teoría, deberían buscar que el parque no se vuelve un disparate, en parece, creer que ese espacio es literalmente, su propiedad, y no del pueblo.