SANTO DOMINGO.-A dos meses de ser inaugurada la primera etapa del proyecto Nuevo Domingo Savio, obra que está mejorando el acceso desde la avenida Francisco Caamaño Deñó a la Padre Castellanos (La 17), la gente visita el lugar, socializa, pondera y coincide en que debe continuar.
La obra logró desarrabalizar un importante tramo de la ribera del Ozama, que contrasta con el cinturón de miseria que prevalece en la zona del Dique y otros predios de Santo Domingo Este. Desde entonces vecinos del lugar vienen experimentando mejor calidad de vida, especialmente en la avenida La Marina.
“Esto ha traído un cambio para las nuevas generaciones, pensando en la niñez y la juventud, con un campo deportivo moderno, áreas verdes que impresionan para que la gente de bajo recursos puedan esparcirse. Es algo que debe seguir desahogando la avenida, y sobre todo cambiar el nivel de vida paupérrimo de la gente”, externó Juan Díaz, ingeniero independiente, residente en el sector de Los Ríos.
Iván Monegro, abogado que hace vida en la zona este, fue con algunos familiares con quienes rememora cómo era ese lugar, que en décadas atrás usaban la base del puente de “La 17” de trampolín para hacer saltos en las hoy turbias aguas del río.
“Vinimos a ver la nueva obra, a recrearnos y a reconocer el lugar, de pequeño hicimos vida el barrio 27 de Febrero, jugábamos en esta zona, es una obra realmente beneficiosa y transformadora, debe continuarse hasta el puente de Villa Mella”, añadió Monegro.
Roberto Maldonado, mecánico textil, igual dijo sentirse contento por la modernidad. Pese a ser inaugurada el 18 de diciembre, falta liberar la parte baja del puente para terminar de ampliar la vía que el flujo de vehículos pueda agilizarse y que la misma surta el impacto en términos de tiempo, económico y seguridad..
Materia pendiente
— Falta de servicios
La falta de agua y energía siguen siendo materias pendientes, además de la mejora de viviendas. José María y Daniel Rivera en la Respaldo 17 de Los Guandules denunciaron que compran agua a RD$1,500 y de noche están a oscuras.