Ramón Cabrera es indiscutiblemente uno de los líderes políticos que más se han mantenido activos en el PLD del municipio Santo Domingo Este.
Muy visible antes, endosó su equipo acompañando con liderazgo y especiencia en la recien terminada campaña electoral cuando apoyó al hoy diputado Rafael Castillo y con él acaban, juntos, de llevarse casi todas las plazas al Comité Central recien elegido en la Circunscripción # 2.
Conocedor de los equipos, vínculos inter-estructuras, estudioso de la política desde la a a la z, desde el beso a la zancadilla, desde la paz a la tempestad, es capaz de bailar el son del entendimiento, prometer de tiempo en tiempos y barajar las cartas según el momentum político, sacar la cabeza cuando es menester y esconderla si llueve demasiado, arriesgarse cuando es debido y hasta pelear, por disciplina, guerras perdidas.
Con un PLD resentido por la derrota reciente y con escaces evidente de liderazgos locales de su nivel, Ramón Cabrera, más allá del estar de acuerdo o no siempre con él, indiscutiblemente es el único en el municipio que luce tener su ticket de entrada al Comité Político, ganado.
Aun quienes le adversan porque, no fuera político si turrón de azucar fuera, coinciden en que merece estar en la cima sobre todo, sustituyendo a los que hasta las huellas de sus cuerpos han moldeado sus asientos matando la institucionalidad partidaria.
No interesa en este escrito, no, claro, comparar otros candidatos y candidatas con él.
Es posible que en momento se le considere del status cuo, del «sistema» sin embargo, los que conocen su manejo saben que habla en español, a veces, segpun el contexto, demasiado crudo y no pinta «pajaritos» en el aire hacia adentro donde ha actuado según las circunstancias.
«Yo lo que soy es político»… me dijo un día y me lo ha demostrado.