Santo Domingo. Transitar por la importante calle del Distrito Nacional, Josefa Brea, resulta una riesgosa y complicada travesía para cualquier conductor debido al deterioro de sus dos más importantes intersecciones.
Tanto en el cruce con la avenida París como con la 27 de Febrero, el desnivel y los hoyos provocados por el gran flujo de vehículos livianos y pesados que por allí transitan diariamente, hacen que los conductores tengan que reducir mínimamente su velocidad, lo que mantiene congestionada la vía la mayor parte del día, y complicándose en las “horas pico”.
Además del deterioro de la vía, a esto se suma que en dichas intersecciones no hay semáforos, por lo el método para cruzar una intersección es a través del “sálvese quien pueda”, en donde los más perjudicados son los vehículos livianos, que tienen que ceder ante la imprudencia y las dimensiones de los autobuses públicos (guaguas) o vehículos pesados (camiones).
Esta situación provoca constantes accidentes, tanto por haber semáforo, como por todos querer evitar los hoyos.
Aunque los agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) intervienen dichas intervenciones en durante las “horas pico”, su esfuerzo resulta inútil para garantizar la fluidez en la vía, puesto que los vehículos tiene que transitar a la velocidad mínima.