Como si de una plaga se tratara, los candidatos todos comienzan a inundar la ciudad de carteles y pegatinas que ayudan a ensuciar más la ciudad, sobre todo en lo visual pero que además, está prohibido por ley.
Si bien es cierto que en una acera de las Américas, casi del otro lado del «Darío», el candidato morado colocó una invasiva e ilegal valla en un poste, y ha pintado algunos muros que «no son de él», no ha invadido aun poste alguno y espero ni se atreva a «gastar su dinero en ello».
Los políticos que quieren imponer al pueblo la ley son los primeros que ensucian la ciudad y desconocen la ley, o la violan a sabiendas.
La irresponsabilidad de los políticos siguen empañando su credibilidad, demostrando que mas les interesa llegar al poder que lo que piensen sus ciudadanos y peor, cumplir la ley.
