El arrabal en que estaba convertido Santo Domingo Este, y aun lo está, ha hecho pensar al empresaiado, pequeño, mediano e incluso, el grande, que pueden, sin permiso, colocar anuncios tanto en el medio de las avenidas como obstruyendo las aceras, a veces, incluso, sacan sus productos y los venden fuera.
Es común ver esta practica en las principales avenidas de Santo Domingo Este, sin que exista una acción contundente de parte de la Administración que no solo puede quitar el anuncio, haciendo perder el dinero al comerciante sino colocar multas y con ello, incrementar las recaudaciones por el bien de la ciudad.
Sin embargo, el mantener la «buena vecindad», entre los comerciantes, pues quitar los carteles ilegales les destruye un plan de mercadeo y afecta las ventas, es suficiente y, a no ser que sean reincidentes, como existen, o algunos que se sienten apoyados por políticos, que también los hay, no deberían ser multados aunque la ley se impone y hay que cumplirla.
Es necesario que junto a la exigencia a que la Alcaldía cumpla con su rol, se despierte un movimiento dentro de las mismas Juntas de Vecinos para que los comercios de su zona, cercanas a parques a veces, respeten los Espacios Públicos, que son de todos.
Cumplir con la Ley es un deber cuidadano
