El Club de El Rosal, area de clase media alta de la ciudad de Santo Domingo Este no ha podido ponerse en funcionamiento luego que allegados a los que lograron reparar el Club, con conectos polìticos del anterior gobierno nacional, dieron la llave sin entender «la otra parte».
El Club, aun cuando pertenece al área verde de la comunidad su salvaguarda está en manos de la Alcaldía que es la que debe administrar o supervisar la administración de todos los espacios públicos de la ciudad.
Sin entrar en detalles, hace ya un año que la Dirección de Asuntos Comunitarios tuvo un altercado con allegados al Club y esta es la fecha en que ese departamento no ha resuelto el problema y es el encargado de hacerlo.
Hoy, cuando se sabe que la solución del Club Los Trinitarios está por resolverse, gracias a la buena voluntad y a la aplicación de la ley, es un bochorno que en El Rosal, donde, en teoría, vive gente capaz de ser civilizados los unos con los otros y llegar a acuerdos de administración, el tema permanezca trabajo por las trabas de algunos que ni comen, ni dejan comer.
Esta semana pasada ante un cierre de posibilidades de un club de practicar en las areas del club donde siempre ha practicado, prohibido ahora por autoridades no competentes, esta siendo visto en los tribunales.
Se sabe, si, que aun la Alcaldía en lo que tiene que ver en los temas comunitarios está en el proceso de actualización de las Junts de Vecinos y que temas espinosos como estos llevarian tiempo, sacrificio y muchas negociaciones para llegar a acuerdos. Sin embargo, es responsabilidad de la Alcaldía, no de nadie más, hacer que el Club este disponible para todos y no cuasi secuestrado como denuncian es su estatus actual.