Santiago. Las demandas sociales acumuladas y la incapacidad del Gobierno para dar respuesta a esos males desataron un vendaval de protestas en diversas comunidades del Cibao.
Desde la mañana del lunes, varios municipios de la provincia Espaillat y en comunidades de Navarrete en Santiago iniciaron un paro de labores por agua potable, contra las tandas de apagones, asfaltado, altos precios de los combustibles, terminación de escuelas y traslado de familias que residen en zonas vulnerables.
Además de Moca, al paro que por 48 horas convoca el movimiento Los Peregrinos, también se sumaron el recién creado municipio de San Víctor y los distritos municipales de Monte de la Jagua, Las Lagunas y Juan López. Aunque solo se registraron esporádicos enfrentamientos, una parte del comercio se sumó a los reclamos de los comunitarios.
Sin embargo, en Estancia del Yaque los manifestantes quemaron neumáticos, obstaculizaron las calles con escombros y realizaron detonaciones de bombas de fabricación casera. El paro en esta localidad es de 24 horas y es convocado por el movimiento Caamañista. Los comunitarios reclaman agua potable y la terminación de una escuela de tanda extendida que lleva años en proceso de construcción. También piden eliminar un vertedero improvisado a escasos metros del canal de riego.
También los sindicatos de choferes se sumaron a la queja generalizada por el alza de los combustibles. Los que encabezan el sector de Conatra advierten que el Gobierno está jugando con la paciencia de la población y cree que en los próximos días pudieran generar olas de protestas violentas.
De su lado, Juan Marte, de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), condenó los aumentos desproporcionados de los precios de los combustibles, porque incrementan la inflación que afecta a la población. Marte afirmó que se trata de alzas desmedidas, las cuales perjudican al transporte público de pasajeros, acarreo de carga y encarece el costo de la vida.
