¿Cuál es el destino de los aspirantes… cuando se retiran de la campaña… o pierden?

El tsunami de aspirantes a Alcalde en Santo Domingo Este desnuda que optar por decir que estás en la carrera por ese cargo electivo se ha vuelto un «decir» para obtener otros beneficios y posiciones que no es precisamente el que se anuncia.

En la carrera, unos quedarán temprano en el olvido, irán levantando la mano al adversario, declinando aspiraciones, dizque por un «mejor Santo Domingo Este», ahogados en el no crecimiento de sus opciones o simplemente, en la sincerización de que nunca tuvieron votos, otros, ni salir a competir o sumar, han optado.

La simulación y el engaño al elector es la norma.

La inmensa mayoría de los que salen a competir están dizque «fabricando su espacio político», llenando de discursos vagos y falsos las redes, pues saben, no serán alcaldes, para terminar en lo que previamente se puede concluir, que las puestas en escenas y las noticias cargadas de lo que dice él o lo que propone ella es solo parte de la puesta en escena que roza la ridiculez, creyendo que el pueblo cree todo.

El número de aspirantes hoy pronto comenzará a reducirse, algunos que dijeron voy saldrán aspirando a cargos más pequeños y otros se ocultarán al ver que no poseen votos para nada a esperar que en cuatro años el no trabajo político lo lance a crear otro show.

Lo ocurrido en Santo Domingo Este con las aspiraciones a alcalde, donde incluso personas con nulas posibilidades de reunir 25 personas están optando, donde funcionarios del estado sacan la cabeza sin entender que el que le sigue es buscando un puntual empleo o beneficio, donde algunos solo habitan en las redes sociales como los videojuegos de Mario, donde la incapacidad de tener visión de desarrollo de un municipio es la constante o donde el creerse que el partido que les acoge es el universo, es la muestra cruda de la pobreza política existente en el municipio que necesita desarrollar fuerzas vivas activas, comenzando por la clase política, la prensa, el empresariado y los actores que hacen de un albergue una localización en el mapa.

El aspirar a lo que sabes que no lograras constituye un simple irrespeto al votante.

De los aspirantes de las pasadas elecciones, morados, uno, quedó gravitando en el partido morado, otro, se retiró para ahora emerger otra vez y la tercera opción peleó para presidente del país y sigue con cargos, pero claro está, gravita nula en el municipio.

El aspirante de los nuevos verdes quedó puesto para su negocio privado, que le va muy bien, pero es claro que sigue activo.

Del partido de gobierno, los que aspiraron, dos de ellos fueron funcionarios y ambos, quedaron fuera del aparato gubernamental, mientras que el último, quien fuera el competidor en las internas, comparte su tiempo entre cargos gubernamentales y ser parte penosa en un show televisivo de mal gusto.

Por más aspirantes que vemos creyéndose, incluso algunos de ellos, sus propios cuentos, teniendo prensa que les sirven de pasarela para sus textos cargados de egos, la realidad se impondrá y es que para lograr ganar en Santo Domingo Este necesitas ser líder municipal y es ahí donde todo se ahoga.

Quien sabe si mañana en el municipio algún joven interesado en la política pregunte: ¿y qué fue de todos aquellos que alegremente decían que querían administrar la ciudad y en realidad, no lo querían?

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