Erase un día un alcalde que me contó que en cierto programa famoso de radio todos los días un afamado comunicador «no lo sacaba el pie»… todos los días era «duro, duro, duro…»
Entonces, buscó a un amigo periodista y le preguntó que por qué ese periodista hacia eso y este le contestó: «es que ese señor tiene muchos gastos». Entonces, se buscó la mejor manera de que cesaran los ataques y estos, se terminaron. El político tenia demasiado que cuidar.
La radio, la televisión, todo tipo de prensa se ha llenado de periodistas y comunicadores que usan los medios para el chantaje, pues, una denuncia es válida, dos o tres, más, cuando notas vehemencia o fijación en un tema o personaje político muchas veces detrás hay un objetivo económico, una extorción usando los medios de comunicación.
A veces, si la persona que hace la «denuncia» es muy mediática solo basta una vez para causar el mismo efecto pero el objetivo es el mismo.
Es una lástima que este tipo de delincuencia se propagase gracias a los niveles de impunidad y corrupción de los servidores públicos y dirigentes políticos que necsitan no ser atacados, que los entes de la mala prensa se conviertan en sus aliados para callar.
Por desgracia, es una plaga que ha llegado a los medios de comunicación dejando el buen periodismo atrapado entre delincuentes chantajistas y bocinas complacientes que cobran de un lado y otro, según sea el extorcionado.