Karin siempre busca ser noticia a cada rato y la mala prensa le ayuda… De vez en cuando hay que poner los puntos sobre las íes, aclarar algo, y quien quiera rebatir, que exponga documentos.
Cuando Karin Abu Naba vino a hablar con el ya alcalde Manuel Jiménez, le contó cuentos de inversiones en la orilla del río, lo mismo que ha tratado de vender a muchos en ese sueño orgásmico que tiene de querer ser él quien cree la gran ribera francesa en el Ozama, teniendo conocimientos cero de inversiones.
Karin es un «niño» subsidiado, no es un empresario exitoso.
Manuel Jiménez, quien tuvo como slogan: «Nuestra urgencia es hacerlo bien», quien no hizo promesas de campaña asociadas a «inversiones» ni compromisos comerciales con nadie, sabía que el poder atrae inversionistas, cuenteros y estafadores, incluso, compañeros de «armas» devenidos en comerciantes o enlaces de estos… y se cuidó.
Karin llegó con sus cuentos y Manuel le escuchó, pero el alcalde concluyó con las palabras mágicas: «No es con usted con quien hay que hablar, sino con su padre, y estos temas solo serán tratados con su padre».
Quien conoce a Karin sabe que es hijo único, que no tiene dinero propio, y que es su padre quien trata de cumplir sus sueños.
La reunión entre Manuel y el padre de Karin se realizó; Manuel le escuchó, él escuchó a Manuel, quien le dijo que preparara todas esas ideas, las organizara y se vería, porque en el gobierno local de Manuel todo lo que necesitaba licitación se hizo transparente, por lo que no es porque fuera fulano o mengano que pasaría un proyecto sin licitar, o sea, a dedo.
Karin ha tratado de venderle su «cuento» a muchas personas que creen que él posee el dinero y peor, el conocimiento, de hacer realidad sus propios sueños caprichosos de convertirse en quien cree el dubai del Caribe, como si de un juego de Monopolio se tratara… se puede soñar mientras «papá pague».
Es difícil aceptar cómo desde algunos medios se escriben sobre tópicos que no se conocen, pues el buen periodismo necesita detalles, escarbar, no ideas que salgan desde un sueño húmedo o el deseo eterno del ser humano de buscar preponderancia.
Los medios tienen la obligación de no inventar historias, de contar los cuentos sobre los hechos porque la mentira siempre tiene patas cortas.
El padre de Karin nunca volvió a contactar con Manuel, ni tampoco Karin.
texto de Fernando Buitrago
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Pronto:
- «Por qué Dio se dejó convencer por un niñato como inversionista»
- «De cuando conocí a Karin, una historia cómica». Escrito por Fernando Buitrago