Manuel Jiménez hizo que los que el tenía planificado, serían de su staff, se prepararan previamente en una serie de cursos, en un diplomado serio sobre política y administración en el estado que permitieron el gobierno que hoy puede demostrar éxitos irrefutables, aún con los «átomos» que libera el propio ejercicio limpio de la gerencia pública honesta.
Los de Manuel nunca se desesperaron por llegar a sus puestos, lo hicieron como lo.dice la ley, sin embargo, los que llegarán ahora se les ve con apetitos como zombies buscando carne fresca que morder, adelantándose al día en que comienza su gestión, buscando sentarse donde aún no les toca, ávidos de ponerle la mano a los recursos con que cuenta hoy la alcaldía.
El necesario inventario hasta de cada lápiz o tornillo en el momento del cambio de mando, no solo convendrá a Manuel Jiménez y a su staff que no se llevarán de ahí, nada, ni un segmento de aire, sino que servirá para el propio alcalde entrante cuando tenga que preguntar dónde «C» se metieron las cosas que dejaron los de Manuel antes de irse.
Quien tiene que cuidarse es el nuevo alcalde, pues, los suyos, se les ve con demasiada hambre.
@Fdo_Buitrago