Sirven solo de entretenimiento… encuestas hechas en un patio trasero, redes sociales y páginas de noticias, ninguna posee rigor científico y en Santo Domingo Este está probado, no sirve de nada.
Los equipos políticos se esmeran en contestar encuestas que en el 2020 dieron resultados, por un lado, contrastando la realidad política al fin, como todos recuerdan.
Existen diferentes formas de «trampear» las encuestas en redes, incluso, en plataformas de terceros, en ningún país semidesarrollado los equipos hacen caso o mandan a entretener esfuerzos en aprovechadores mediáticos.
Las páginas, diarios, buscan hacer «encuestas» para atraer views, sin embargo, es claro que este tipo de «contenidos no genera atracción» pues los diarios, cada diario, tiene su nicho de lectores, por lo que cualquier resultado no es confiable. Pasan horas y las publicaciones, lo único que muestran es «soledad» de seguidores.
Los diarios digitales, desde la política real, son más inexactos, toda vez que con conocimiento casi kinder se pueden «trampear» resultados y si están atrapados en un «plugin» igual, se trampean con un ABC en hackeo.
Otra de las artimañas es salir con un micrófono a ver «que piensa la gente» de tal candidato o más cuál, a veces incluso, transmitiendo en vivo, pero, o bien puedes editar si no es en vivo, preparar el «escenario» si es life o caer en nichos que benefician, por una razón u otra a una opción política, por lo que otra vez, ese tipo de «entrevistas/encuestas» no sirven para nada, solo benefician al dueño de la plataforma que venden eso como para «crear percepción».
Si bien es cierto que cada equipo político debe tener un plan de prensa y redes, la peor forma de gastar el tiempo es «contestando encuestas» que producen resultado 0 en lo que a la contienda se refiere, en realidad.
Las llamadas a un medio especifico, a un programa específico, tampoco es relevante pues cada programa tiene un nicho específico de oyentes o telvfidentes
En Santo Domingo Este es referencia un diario que el mismo día de las elecciones publico una encuesta a «boca de urna» donde el perdedor, por amplio margen, ganaba, restando credibilidad, para siempre, el medio.
Los medios deben cuidar su línea editorial y no hay peor forma de desprestigiar los contenidos que entrar en el insípido y políticamente eficiente método de encuestas digitales, o publicando algunas que llegan hasta con sellos «extranjeros» y llegan «trampeadas», igual.
Aún no comienza la campaña y el bombardeo es incesante… como antaño, tendremos un dejavu de resultados y de banalidades mediáticas.