Editorial: El mayor crimen de Dio Astacio: Incentivar la Cultura del Vertedero

El reciente mandato del alcalde Dioris Anselmo Astacio Pacheco (Dio) en Santo Domingo Este ha traído consigo una serie de decisiones polémicas y cuestionables. Entre ellas, una destaca por sus implicaciones a largo plazo: la introducción de furgones de traslado de mercancías como almacenes de basura. Esta medida, lejos de ser una solución efectiva, ha incentivado la cultura del vertedero, erosionando las normas y costumbres que promueven una gestión adecuada de los residuos.

En países desarrollados, la gestión de residuos sigue un sistema de rutas y frecuencias bien definidas. Los ciudadanos empaquetan convenientemente sus desechos y los sacan solo el día en que el camión de basura pasa a recogerlos. Este método no solo es eficiente, sino que también fomenta la responsabilidad ciudadana y la conciencia ambiental.

Sin embargo, en Santo Domingo Este, el alcalde Dio ha optado por un enfoque completamente diferente. Al colocar furgones en diversas ubicaciones como aceras, calles y parques, ha creado una cultura de desorden y abandono. Los ciudadanos, en lugar de esperar el paso periódico del camión de basura, ahora se sienten incentivados a sacar la basura y tirarla en cualquier momento, generando focos de insalubridad y mal olor. Esta práctica no solo viola las leyes de salud pública y medioambientales, sino que también desfigura el paisaje urbano y reduce la calidad de vida de los residentes.

La decisión de Dio Astacio no es una mera improvisación; es un ataque directo a las normas de convivencia y a los esfuerzos por mantener una ciudad limpia y ordenada. Los furgones, lejos de ser una solución, son una manifestación de la incapacidad de la administración para implementar un sistema de recolección de basura eficiente y sostenible. En lugar de educar a la población y fortalecer los mecanismos de recolección, se opta por una salida fácil y perjudicial.

El daño a las normas y costumbres de los ciudadanos es el peor crimen cometido por el alcalde Dio en Santo Domingo Este. La «cultura del vertedero» que está fomentando es un retroceso significativo en los esfuerzos por construir una ciudad más limpia y saludable. Es imperativo que se revisen estas políticas y se adopten medidas que realmente promuevan el bienestar de la comunidad y el cuidado del medio ambiente. Solo así se podrá revertir el daño hecho y avanzar hacia un futuro más ordenado y sostenible para Santo Domingo Este.

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