El Abandono del Parque Ecológico Urbano Orlando Jorge Mera: Un Proyecto Prometedor Olvidado por la Alcaldía de Santo Domingo Este

Hace poco más de un año, el Parque Ecológico Orlando Jorge Mera fue inaugurado con bombos y platillos bajo la gestión del entonces alcalde de Santo Domingo Este (SDE), Manuel Jiménez, quien diseñó este proyecto como una solución innovadora para un problema ambiental de larga data. La iniciativa buscaba transformar un socavón, legado de la extracción de caliche, en un espacio verde de 118,000 metros cuadrados, utilizando los escombros generados por la ciudad como material para rellenar progresivamente el hoyo y cubrirlo con una capa vegetal. En la ceremonia de apertura estuvo presente Orlando Jorge Villegas, diputado e hijo del fallecido ministro de Medio Ambiente que da su nombre al parque, acompañando a Jiménez en lo que se presentó como un homenaje a su padre y un modelo de sostenibilidad urbana. Sin embargo, hoy ese plan ambicioso yace en el abandono, y la responsabilidad de darle continuidad recae en el actual alcalde, Dioris Astacio, quien parece haber olvidado por completo esta propuesta.

El Parque Ecológico Urbano no solo prometía ser un área de esparcimiento con atractivos culturales y ecológicos, sino también una solución práctica para gestionar los desechos de la construcción en Santo Domingo Este. La idea era que los escombros, en lugar de acumularse en vertederos improvisados o agravar la contaminación, se depositaran estratégicamente en el parque para ir tapando el pasivo ambiental con el tiempo. Este enfoque, que combinaba rehabilitación ecológica y manejo de residuos, fue celebrado como un paso hacia adelante en una ciudad que lucha por áreas verdes y soluciones ambientales efectivas. Sin embargo, lo que hoy encontramos es un terreno descuidado, con maleza desbordada, basura esparcida y ningún indicio de que el proceso de relleno continúe.

El contraste entre lo prometido y la realidad es desolador. Los escombros que debían ser parte de la solución ahora se acumulan sin orden ni propósito, y el hoyo sigue siendo un recordatorio del deterioro ambiental que se pretendía remediar. Los residentes de la zona, que esperaban beneficiarse de un espacio funcional y de la limpieza de su entorno, expresan su frustración. “Nos dijeron que los escombros ayudarían a recuperar el área, pero ahora esto es un desastre peor que antes”, comenta un vecino indignado. La falta de mantenimiento y la interrupción del plan original evidencian una gestión municipal que no ha sabido dar seguimiento a una idea que requería constancia y compromiso.

En la inauguración, la presencia de Orlando Jorge Villegas subrayó la relevancia simbólica del proyecto como tributo a su padre, un defensor del medio ambiente. Sin embargo, ni su figura como diputado ni la actual administración han logrado evitar que el parque caiga en el olvido. Es Dioris Astacio, como alcalde en funciones, quien tiene el deber de retomar esta iniciativa, asegurando que los escombros de la ciudad se utilicen como se planteó y que el espacio cumpla su propósito ecológico y social. Hasta ahora, su gestión no ha dado señales de interés en este tema.

El Parque Ecológico Orlando Jorge Mera podría ser un ejemplo de cómo convertir un problema en una oportunidad, un lugar donde el manejo responsable de residuos y la creación de áreas verdes se encuentren. Pero mientras Astacio no se ocupe ni se preocupe por darle continuidad, el proyecto seguirá estancado, traicionando tanto el legado de Orlando Jorge Mera como las expectativas de una comunidad que merece soluciones reales. ¿Qué pasó con la visión de usar los escombros para sanar el pasivo ambiental? ¿Por qué se permitió que el hoyo permanezca como una herida abierta en el paisaje? Sin una respuesta clara y una acción concreta del alcalde, el parque seguirá siendo un sueño truncado, perdido entre el descuido y las promesas incumplidas.

CAJITA CONVERTIDORA

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