el Alcalde entre la Espada y la Pared

Contra la espada y la pared

Si algo no es el alcalde Alfredo Martínez, el Cañero, es bruto… logró avanzar, a como sea, por el camino de la política y sus curvas y charcas hasta ser el amo y señor del piso ancho en el edificio de la San Vicente y Carretera Mella.

Un afamado y veterano diputado incluso me sentenciaba que «‘ese’ tiene sus mañas y sabe, sabe».

Sin embargo, a Alfredo Martínez le tocó la gran disyuntiva de, o parar, para el beneficio de santo Domingo Este, la puñalada dada por el Gobierno Central a manos del Ministerio de Obras Públicas y el Grupo Estrella quienes, violando todas las leyes y regulaciones de la República Dominicana tratan, aun, se adueñarse del parqueo del Parque del Este, Monumento a Duarte, Anfiteatro de Santo Domingo  y el centro turístico de Los Tres Ojos.

Alfredo Martinez apoya a Reinaldo

La sala capitular se pronuncia casi unánime mandando a parar la obra, incluso con una ordenanza hacia el alcalde que este no acata, literalemente, «buscándose un lio«, el mismo Concejo de Regidores que ha sido su principal aliado desde el primero día, en mayoría, donde la oposición, salvo raras excepciones, toman vino y bailan con los «gobiernistas» se pronuncia incluso haciendo una advertencia de agarrar los fusiles para defender el parque si llegara el momento.

Sin embargo, ¿qué «obliga» al Alcalde a ponerse de lado de depredar el parque en el loco plan de construir en pleno pulmón ecológico una contaminante terminar de ómnibus…?… se ocurre una sola justificación… el Poder Central… la mano pesada del Gobierno presidido por Danilo Medina que es quien ha ordenado la locura sin precedentes de forma evidentemente «trujillista» de invadir los espacios del pueblo, como si el territorio tuviera un dueño y este habitara el palacio. El objetivo es dejar el legado aunque para ello tengan que pasarle por encima a las leyes y los habitantes de la ciudad.

Todos dicen que «esa gente tiene el juego pesado», en referencia a que quien se atreve a oponerse al gobierno en sus empeños o negocios sufre y al parecer, Alfredo lo sabe.

Es tanto así, que la mutis vergonzosa de la senadora Cristina Lizardo y los diputados de esa circunscripción además de otros líderes políticos que le corren como iguanas asustadas al micrófono si la pregunta es: ¿Que usted opina de la invasión al Parque?

La política es un arte, el arte, entre otras cosas, del dominio de los escenarios… y de tener en cuenta los «momentums»… Alfredo no declara si no lo provocan, sabe que esta vez la ciudad impedirá con su lucha, que crece, que se instale el proyecto gubernamental pues hay que pesarle por encima a los pobladores y él quiere reelegirse… ya habrá tiempo de hacer «control de daños» !!!!, pensará…y le pasa la bola caliente al principal instigador de todo este lio anti-humano: El Gobierno Central.

Alfredo está entre la espada y la pared pues para ser alcalde debes tener la «bendición» de ese Gobierno Central y es válido que su táctica sea esperar a ver qué pasa.

Mientras, la ciudad se prepara para la gran marcha del domingo y seguir una agenda de sumar ciudadanos y organizaciones en la defensa del pulmón de la ciudad frente a la depredación contaminante.

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