Hoy concluyo una enriquecedora etapa como director de Ingeniería y Obras del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, agradeciendo a Dios la enorme oportunidad de servir dignamente a mi comunidad y al país, honrando el mandato principal del líder histórico de mi partido: Primero la Gente.
Por cuatro acompañé al alcalde Manuel Jiménez en una labor titánica de fortalecer la capacidad operativa del Ayuntamiento, desarrollar proyectos de alto impacto con recursos propios, y mejorar las condiciones laborales de los hombres y mujeres que sirven a la ciudad desde la Dirección de Ingeniería y Obras.
Me siento orgulloso del trabajo de cada obrero, de los albañiles, ingenieros, del equipo administrativo y de apoyo que nos permitió atender con amor, entrega y sacrificio las necesidades más urgentes del municipio donde nací, crecí y seguiré trabajando.
Los desafíos fueron enormes, y nuestra respuesta de equipo fue, Dios lo sabe, de igual o mayor envergadura.
Desde la estatua histórica y única de José Francisco Peña que se levanta en el nuevo Paseo de la Historia, hasta cada una de las cañadas, filtrantes, canaletas, parques, monumentos, calles, edificaciones, estructuras y espacios que intervenimos o construimos en cuatro años para cuidar y mejorar nuestra ciudad quedan como testigos del trabajo honesto, comprometido y militante que desarrollamos desde la Dirección.
Reitero mi agradecimiento al alcalde Manuel Jiménez por la confianza y el respaldo, al alcalde Dio Astacio por sus consideraciones, a los líderes comunitarios; que junto a ellos llevamos cientos de soluciones a la ciudad y al Partido Revolucionario Moderno (PRM), por ser casa y sustento de cada uno de mis pasos en la vida pública.
Seguimos caminando bajo una clara e inquebrantable consigna: ¡Primero la Gente!
Garibaldi
