Santo Domingo Republica Dominicana. La política es una de las actividades más atrayentes para muchos profesionales de la Comunicación Social, naturalmente también para egresados de otras áreas. Pero, en el caso que tratamos, durante años periodistas y comunicadores sociales se han inclinado en esta práctica con el objetivo de hacer aportes y tener participación en los trenes gubernamentales, congresuales y municipales en nuestros país.
Muchos de ellos eligen apoyar a un candidato (a) con la finalidad de que éste gane la posición o la curul a la cual aspira a cambio de nada, dedicándole todo su esfuerzo y dedicación a través de sus páginas digitales, medios televisivos, radiales y escritos para los cuales trabajan. Todo esto, a pesar de la “quemá” que se dan.
Pero no todos corren con suerte de ser afortunados: “Es más la sal que el chivo”. Se da el caso que luego de la victoria de equis candidato, esos comunicadores son ignorados por los ya designados o elegidos en posiciones.
En cambio, en los cargos que se supone debían ocupar esos periodistas, son sustituidos por otras personas ajenas a la profesión, y, en su defecto, a las actividades políticas, debido a que no se les vio nunca participar en algún evento en campaña.
Pero la cosa no para ahí, se da el caso que si optan por enviar sus propuestas publicitarias a las instituciones gubernamentales, casi siempre son rechazadas por la Dirección de Comunicaciones de la Presidencia (DIRCOM), echando por el suelo sus esfuerzos.
“Si seguimos así, entonces no valdrá la pena participar ni ejercer el “periodismo en la actividad política”, ya que ponen a los periodistas de mojiganga, se burlan de ellos y, sin embargo, personas ajenas disfrutan de las mieles del poder. ¡Que irresponsables son!