Como una trillada puesta en escena cual novela de Corín Tellado, el alcalde de Santo Domingo Este anda «enumerando» los, según él, vertederos que «rescata».
Manuel Jiménez le dejó la ciudad limpia a Dio Astacio y los puntos a continuar la lucha, que siempre debió haber sido vista como continuidad, lo discutieron ambos.
El plan puesto en marcha por el anterior alcalde consistía en ir desmontando el caos sector por sector pues, donde no hay servicio, el vertedero surge de una vez, cosa que Dio Astacio prefirió ignorar.
Hoy se sabe que regresaron al «Plan Original de Manuel de Rutas y Frecuencias». La realidad es que en pocos días al alcalde se le llenó la ciudad de basura porque, simplemente, gracias a su nivel de egocentrismo y mitomanía, despreció el esfuerzo de cientos de personas que trabajaron creando un sistema y quiso implementar «su forma», que fracasó rotundamente.
Ahora lleva día a día contabilizando las «intervenciones» en los lugares de cúmulo de basura que él mismo creó por su ineficiencia, espacios que hace muchos meses desconocían que era un «vertedero» gracias al esfuerzo sistemático de recogida y planificado en la anterior gestión.
Lo que vemos es una ridícula puesta en escena, pero no se puede descartar que «engañe a alguien» porque, si hay quienes creen que Sherlock Holmes existió de verdad o que la Guerra de Troya fue real, es posible que muchos no entiendan que lo de Dio es solo un show.