El tiempo pone cada cosa en su lugar. 

Por Roberto Veras 

¿Qué sucede con una sociedad a la que se le permite la libertad de expresión? Hace 178 años, algunos hombres valientes, como Duarte estaban dispuestos a dar su «última medida de devoción» para averiguarlo.  

En primer lugar, la libertad de expresión acelera el descubrimiento de la verdad.  

“Hace algunos siglos, muchas de las (personas inteligentes) afirmaron que la papa causaba lepra, sífilis, muerte prematura, esterilidad y más. Entonces, en 1748, el parlamento francés prohibió comer papas. ¿Supone que algún funcionario de salud del gobierno declaró: «No haga preguntas, haga lo que le decimos: ¡No coma papas!» Tomó un tiempo, pero finalmente, suficientes personas cuestionaron la autoridad de los expertos y demostraron que la papa era un alimento seguro”.  

A lo largo de los siglos, el debate abierto ha desacreditado muchos mitos y facilitado el descubrimiento de muchas verdades.  

En segundo lugar, la libertad de expresión eleva la importancia del individuo. Permite a los disidentes expresar sus opiniones, aunque sus palabras o escritos puedan incomodar a los miembros del grupo o a los líderes del gobierno.  

El discurso desinhibido significa que tanto la mayoría como el autócrata deben respetar al individuo con diferentes creencias y opiniones. 

Tercero, la libertad de expresión preserva nuestra forma constitucional de gobierno municipal. En República Dominicana, durante 178 años, se nos ha permitido criticar a nuestro gobierno central y a nuestro gobierno municipal.  

Pero hoy, el mérito y la inmutabilidad de este derecho «divinamente dado» están siendo probados: muchos postulan que la verdad es solo una opinión, que lo colectivo es más importante que lo individual, y que la Constitución Municipal (ley 176-07) es maleable por estar escrita en un pedazo de papel.  

Tenemos el derecho otorgado de nuestro oficio para hablar, así que no vamos a dejar que nadie nos calle, si no tenemos libertad de expresión, no sabremos quiénes son los que se oponen al progreso de este municipio, solo el tiempo pone cada cosa en su lugar. 

Relacionados