Un día vi que la campaña electoral mostraba un movimiento llamado Tornado, con mujeres, algunas extranjeras, mostrando pechos, montadas en jeeps carísimos… era el enrostramiento del dispendio y la riqueza a un pueblo que posee demasiadas casas aun con pisos de tierra.
Algo no estaba bien.
Todo el poder acumulado desbordaba entonces humillación a todos, el exceso de riqueza era un «hechavainismo» crudo, la arrogancia los carcomía, los terminó atrapando en el creer eran «para siempre»… eternos.
Es claro que la presunción de inocencia hay que mantenerla… incluso, deben ser puestos en prisión domiciliaria, todos, aún son imputados, pero no condenados… el «van presos» es producto de la molestia ante tanta impunidad durante años, pero no porque precisamente sea justicia… esta se logra en los tribunales.
Muchas personas hoy cruzan los dedos porque los «tentáculos» de la presunta corrupción envuelve a demasiada gente y seguro propondrá la incautación de propiedades producto de esos presuntos actos… y relacionados.
En un país de compadreo, donde hay tantos primos, familia, vecinos, conocidos, van al colegio juntos y algunos juegan golf o frecuentan lugares públicos de ocio juntos, puede que amigos estén implicados o al menos, conocidos.
Los envueltos en temas judiciales coinciden con personas comunes en colmadones o restoranes y otros sitios sin que esto represente vínculo e incluso, conocerse bien y a más de uno le tentó alguna que otra oportunidad de negocios que hoy están saliendo caras.
¿Cuál es la frontera entre el inmiscuirse o involucrarse en un negocio que terminara o termine mañana siendo parte de un expediente?
El dinero fácil y el bombardeo del tener cosas hace al ser humano irracional y hasta perder el sentido común olvidando que la vida es ser libre y estar rodeado por tu gente, nada justifica vivir entre rejas.
No dudes que algún amigo o conocido caiga en este destape de impunidad acumulada… espera que no llegue a ti el tsunami y que sirva de lección pues en los nuevos tiempos todos estaremos más vigilados.
Aún culpables, si conocemos por fin a alguien implicado, quién sabe, quedara algo de pena entre la molestia humana de ver como manejaban todo hasta la burla descarada… claro… siempre y cuando la Justicia termine condenándolos.
