«Entren Tos»… gritaba aquel flamante político en uno de los capítulos de la reciente historia dominicana, en sus pasajes convulsos.
El PLD se creó por la guia e idea de Bosch, que creia en los métodos que incluso aplicaban las izquierdas de los gobiernos comunistas de la época hasta el punto que el partido lo estructuró casi a imagen y semenjanza de algunos que incluso sobreviven al día de hoy.
Sin embargo, inmediatamente dejó de poder señalar el camino, sus discipulos entendieron que debian abriri las puertas y en vez de ser un grupo de «estudiados» se «masificaron» dejaron entrar desde derechas balagueristas con sus «métodos» de hacer las cosas hasta verdaderos delincuentes de la peor estirpe… y mientras ello sucedia, cada vez más lejos e hipócríta sonaba el «servir al partido es servir al pueblo», terminando implosionados con grados superlativos de corrupción, con una casta desprestigiados, sin credibilidad alguna que ni a lugares públicos pueden acudir… en paz.
Toda olla necesita un escape y en medio de la debacle encuentran refugio.
Se crea la Fuerza del Pueblo, compartiendo militancia con la izquierda ya que los otroras moraos habian subcumbido al centro derechismo, quiado por social democratas y derechas ultras, abren las puertas para participar en las primeras elecciones con candidatos que ponen a llorar al más ortodoxo… o decente ciudadano.
La FP, o FUPU hoy es el paño de lágrimas donde todos caben, donde se vale todo, donde mudarse de del «odiado» partido corroido a uno dizque nuevo es trivial, y en medio de ese «entren tos» puede quedar fácilmente como una mala copia del otrora partido de la estrella amarilla, un clon, donde covivan aquellos estudiosos que fueron descuidados, los que dejaron podrir el viajo partido e incluso, los delincuentes viejos y hasta nuevos…
El congreso puede ser exitoso, pero la militancia sin control ético, moral, cívico, será del mismo tipo, cuan DeJavu, del caldo que supo mal y destruyó su ancestro, despues que el virus está dentro solo queda esperar cuando se coma el cuerpo… cuestión de tiempo.
