El acercamiento de Presidencia a las necesidades de los comunitarios, aun cuando es un ejercicio válido, es más prensa que realidad, toda vez que las estructuras para atender estas necesidades que más que todo son locales, le corresponde a las Alcaldias remediarlas pues las macro si son del Gobierno.
Por otro lado, se entiende que tanto las Alcaldías como los representantes en senadurías y diputaciones son los encargados, elegidos, de llevar las necesidades de sus comunidades al gobierno central y no estructuras paralelas creadas directamente por el presidente pues es claro se convierte en una duplicidad de funciones.
Las necesidades de los Comunitarios de boca de los propios Comunitarios carecen, por razones obvias, de estudios especializados de territorialidad, viabilidad, etc, mientras que las de sus representantes e intermediarios como Gobierno Local y representantes si realizan esta labor más profesional.
¿Quién selecciona cuál de las solicitudes de los presidentes de Juntas de Vecinos y Bloques se priorizarán en cada zona?.
Todo esto planteado, sin tocar el tema que los intermediarios gubernamentales entre presidencia y los comunitarios podrían querer usar con fines proselitistas tanto el padrón de las Juntas y Bloques como la prioridad de las obras a realizar o temas que resolver.
Gobernar es Planificación, acudir a los Comunitarios para que estos les planteen sus necesidades es un signo irremediable de no tener las vías de enterarse de lo que siempre debe ser producto de estudios profesionales y no por deseos o necesidades a boca de ciudadano.
Las prioridades en un país las dictan sus autoridades según los planes de desarrollo que son producto de también, estudios hechos.
Ojalá y tal vez la buena iniciativa presidencial no se traduzca al final en incumplimientos porque rápido estaría identificado el culpable y peor, que no se convierta en un acto proselitista más, porque versiones anteriores, parecidas, fracasaron.
