La Alcaldía se empeña en mostrar una supuesta «aprobación» de la «modalidad» de colocar en aceras y en calles, armatostes de metal, criaderos de ratas, vertederos oficializados.
si la Alcaldía coloca ilegalmente un furgón, un vertedero en una caja, es igual de ilegal que el ciudadano deposite la basura dentro o fuera de él.
La situación en Santo Domingo Este ha llegado a un punto crítico con la implementación de los llamados «vertederos en furgones», una medida promovida por la administración del alcalde Dio Astacio. Esta práctica consiste en colocar enormes contenedores metálicos en las aceras, calles, parques y otros espacios públicos, con el objetivo de ocultar la basura y mantener la ciudad más limpia. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
La colocación de estos armatostes no solo es ilegal sino también peligrosa. Al ocupar espacios públicos esenciales, estos contenedores obstaculizan el acceso y el libre tránsito, obligando a los peatones a bajar a la calle, exponiéndose al riesgo de ser atropellados. Este acto irresponsable pone en peligro la vida de los ciudadanos y demuestra una total falta de consideración por la seguridad pública.
Es cierto que estos contenedores ocultan la basura, pero no eliminan el problema. La basura sigue ahí, pudriéndose y generando un criadero de ratas y otras plagas. La falta de métodos adecuados para la extracción de los desechos permite la proliferación de enfermedades y el escape de lixiviados, sustancias tóxicas que violan las normas de salud pública y medio ambiente. Estos lixiviados contaminan el suelo y las fuentes de agua, agravando aún más la situación sanitaria en la ciudad.
Además de los problemas de salud y seguridad, la adquisición y uso de estos contenedores también plantea serias cuestiones legales. Cada uno de estos armatostes tiene un valor mínimo de 150 mil pesos, y no está claro bajo qué procedimientos fueron comprados, alquilados o donados. La falta de transparencia en este proceso sugiere posibles irregularidades y corrupción dentro de la administración municipal.
A pesar de estos problemas evidentes, la Alcaldía ha lanzado una campaña para vender esta solución fallida como algo positivo, sin embargo, no hay forma de justificar lo injustificable. Estos vertederos en furgones no solo violan las leyes y regulaciones de salud pública, sino que también obstruyen el derecho constitucional de los ciudadanos a transitar libremente. Intentar presentar algo malo como bueno es simplemente engañoso y deshonesto.
Es importante señalar que si la Alcaldía coloca ilegalmente un furgón, un vertedero en una caja, es igual de ilegal que el ciudadano deposite la basura dentro o fuera de él. Ambos estarían actuando de manera ilegal. El hecho de que la Alcaldía viole la ley al colocar estas cajas no otorga legalidad a los ciudadanos para poner la basura allí. Este círculo de ilegalidad solo agrava la situación, creando más caos y desorden en la gestión de residuos de la ciudad.
Esta improvisación y falta de planificación también expone otra mentira vendida anteriormente: la idea de que Dio Astacio es un buen gerente. La realidad es que esta medida no es más que una solución a corto plazo y mal concebida, que refleja una gestión deficiente y una falta de visión a largo plazo para resolver el problema de la basura en Santo Domingo Este.
Es hora de que la administración municipal asuma la responsabilidad por sus acciones y trabaje en soluciones verdaderamente efectivas y legales para el manejo de los desechos sólidos, en lugar de perpetuar medidas que solo agravan los problemas de la ciudad.
texto: Multimedios LZO, datos: Fernando Buitrago
