¿Cómo puede ser que hasta personas desconocidas, salieran «ganancioso(a)s» de curules de regidores en Santo Domingo Este?
¿Qué moral puede poner quien sabe estará en un lugar porque lo compró o se lo compraron, y no por liderazgo o voto?
Voz popu, el látigo del pueblo, podría próximamente estar acusando, aun de forma soterrada, a las «mafias políticas» que se manifiestan en el día de las elecciones, sobre todo, para las boletas de regidores.
Año tras año, circunscripción por circunscripción, desde que el que limpia el recinto hasta el «jefe», todos quedan en entredicho cuando las denuncias de compra de votos, de boletas previamente marcadas, y, por ejemplo, que un candidato a regidor votó y ni su voto por el mismo apareció, muestra el nivel de caos y corrupción que vive el día de las elecciones en un simulacro ficticio donde Acta Mató Voto y el Palito, hace que los delincuentes de toda la vida, pongan a «su gente» en detrimento de los que si sacaron esos votos y peor, burlándose del voto real.
Ya lo habían hecho en las primarias del PRM de Santo Domingo Este e incluso, en las pasadas elecciones, donde el matadero electoral fue evidente.
Ahora llegan las competencias a diputaciones que históricamente, dizque, se deciden según el tamaño de los maletines de dinero que van de un lado hacia otro… y que produjeron que «disfrutaran» algunos y algunas de designaciones no respaldadas por el voto sino por el delito electoral.
Los delincuentes son los mismos, de periodo en periodo aunque hay algunas inclusiones nuevas que producen «resultados» nuevos, pero igual, negocian con el voto popular que es lo más sagrado, un derecho constitucional del ciudadano con tal de poner a quienes obedecen a sus intereses o les llenan sus arcas personales ese día D.