Me sorprendió un día en que me dijo: Manuel Jiménez me enseño a colocar un filtro entre mi mente y mi lengua.
Jehimy Núñez es la joven y exitosa secretaria general de la Alcaldía de Santo Domingo Este.
La coherencia es la madre del triunfo y sobre todo, del ganarse el respeto de los demás.
Casi el mismo día, el líder sindical Juan Hubieres y el cómico y diputado Bolivar Varela, conocido como El Boli, eran tendencias por la misma razón, la incoherencia, de donde dije Dije, dije Diego, y los que ayer eran ladrones hoy son mis aliados y donde no me voy por lealtad hoy salto al bando a combatirles.
El tema no está en el salto, transfuguismo, como quiera que se llame, el tema está en el cambio de discurso que desprestigia la confianza, pues no puede ser que hoy digas algo y mañana otra cosa, lo mejor, es no decir.
La coherencia es lo más preciado de quien quiere ser político, la credibilidad es directamente proporcional a los no cambios de rumbo y peor, si son bruscos.
En política mi aliado hoy puede ser mi enemigo mañana o viceversa, por lo que cuidar lo que se dice adquiere un valor sin desperdicio y es la gran lección que le dio Manuel Jiménez a la señorita Núñez, que seguro hoy estaría dispuesta a replicar los aprendizajes a los que mañana no quieran quedar expuestos por zigzagueantes.
Aun cuando, incluso, tengan razón, el tema no está en pensar las acciones o tener una opinión de alguien, el tema está en decirlo pues, lo dicho, es la cárcel y desde tus propias palabras nunca se puede escapar.
