A propósito del debate actual sobre exaltación de la figura de Juan de los Santos por encima de Peña Gómez.
Referencias
PRM y oficialismo enfrentado por construcción busto Juan de los Santos
Los regidores “peñagomistas” del ASDE golpearon a los peledeísstas por donde les duee + Vídeo
Adelanto que en las elecciones pasadas adversé todo lo que pude políticamente, con respeto, al ya fallecido Juan de los Santos (Juancito), en pos de apoyar la candidatura de Manuel Jiménez.
Sin embargo, no fue solo por ello. Teníamos una ciudad inundada, con sus calles un desastre, en apagón, sin agua, con violencia por doquier, asfaltadas solo en tiempo de campaña y envuelta en basura casi al grito, sin contar que el partido de gobierno al cual él pertenecía mutó de ser un partido de ideas a convertirse en un comercio persa donde el dinero comenzó a primar por sobre todas las cosas para todo.
Sabia ademas, que el crecimiento de la ciudad había traído obras como la ampliación de la Avenida de San Isidro por parte de Obras Públicas pero esas no eran obras del ayuntamiento sino de Obras Públicas.
La ciudad, en tiempos de Juancito, como hoy, crece a ritmo de corrupción, usos de suelos mal habidos, apagones, inundaciones y un sin numero de problemas que Juancito no supo solucionar, a pesar de haber administrado mucho tiempo la ciudad. Hay una deuda social de décadas, difícil de solucionar por cualquier alcalde.
Juan de los Santos solo fue un alcalde, no pudo con una ciudad, incluso su obra cumbre llamada Limpia aun la estamos pagando, ineficaz, oscura, y que no alcanzó a los barrios de la ciudad en su totalidad, ni el 20% (miles de fotos y documentos acompañan este relato). Además, en esos mismos tiempos, el edificio de la Alcaldía, hoy en disputa por el nombre, incrementó su costo de construcción en cifras descomunales, sin que nadie diga donde se metió todo ese dinero y por qué la obra se disparó, además, de ser excesivamente grande comenzando con un despacho para el alcalde propia de emperador romano.
Es duro recordar y decirlo, pero la verdad es única: Juancito no era la ciudad, nunca fue la ciudad, solo parte de ella, tanto así que terminó mudándose del otro lado del puente. Fue un joven inquieto, que supo colarse en política, carismático, del barrio, amigo de sus amigos, pero de sus amigos, del resto no, que no le resolvía a todo el mundo, pero si a sus amigos, que adversaba duramente a todo el que fuera su enemigo, personal o político. Tratar de imponerlo a todos es un error político de sus amigos.
Juancito supo conocer cómo se hacia política en la República Dominicana y específicamente Santo Domingo Este… hasta el punto que logró presionar para que a pesar de sus enemigos ingresar en el comité político por encima del bochismo, y de haber subido con un empleo no propio de lo que hasta ese momento «vendía » el PLD como buenas obras, buenos empleos, intelectualidad, círculos de estudios de Bosch, y todo eso que hoy ese partido tira al retrete, se había colado y muchos piensan que hasta presidente llegaría.
Juancito fue producto del sistema que lo llevó al estrellato y trajo su muerte.
Juancito era del PLD, no era un líder de todos los habitantes de Santo Domingo Este e incluso del una una facción de esa organización, adversa a la otra. Dentro de ella hizo «todo lo que pudo» por aplastar políticamente a sus adversarios y subir… y eso se «guarda» por muchos.
¿Qué creen contestan las personas cuando alguien, de la nueva generación, pregunta «quién fue él» ?
Los seguidores de Juancito tratan de presentar su figura y deben saber que cada quien tenia su opinión tanto de su fortuna como de su obra. Sin embargo, la forma en que murió y la extraña muerte de su hermano casi un año después llama a la prudencia.
El día de su muerte, que aun duele, pues ver padres (fueron 3 padres muertos ese día) matarse por problemas solucionables, un amigo entrañable de Juancito que vive fuera de SDE, escribió en las redes que le pusieran el nombre al edificio y le dije: «deja los muertos en paz, ahora toca ayudar y apoyar a su familia»… al parecer no han hecho caso.
Si desempolvan la historia encontrarán hazañas políticas, obras, pero también otras imágenes que es mejor dejar en el olvido, confundidas con toneladas de basura acumulada, huelgas, violencia e inundaciones, propias del caos sistémico y de origen de la ciudad.
En una ciudad que aun arrastra lastres de malas administraciones anteriores, teniendo hoy los mismos problemas de siempre y mil temas pendientes, es mejor dejar las memorias como están y no revolverlas, si en verdad quieren preservar la memoria en quienes lo amaron, es mejor dejarlo así.
A los seguidores se les fue un gran amigo, que nunca conocí personalmente pero me habría gustado y mucho, crecido aquí, construyó su imperio desde aquí, pero deben saber que los nombres de los establecimientos, bustos, parques, ciudades, estaciones de metro, etc se le colocan solo a los que han hecho en su vida alto trascendental por el pueblo, no por una parte de el.
Dolió a la nación entera que el actual presidente de la República antepusiera su amistad personal con Juan de los Santos y diera 3 días de duelo nacional a quien indiscutiblemente no fue un héroe nacional e incluso muere en «líos» propios de sus negocios privados, mientras que a Caamaño muerto en esos días e incluso a Joselito mateo ha asignado solo un día… lo cual constituye además, una falta de respeto al sentido común.
Duele, claro, muerto joven con una familia hermosa, toda muerte duele, pero sus seguidores se empeñan en desempolvar temas que es mejor dejarlos quietos, en pos que tratar de hacer la burda comparación entre él y una figura de masas, héroe de mil batallas políticas como Peña Gómez.
La política no debe confundirse con lo personal, lo personal nunca debe confundirse con los intereses patrios.
Hay que decir que tenemos héroes, héroes locales y héroes propios… cada héroe se muere en su entorno y quien fue héroe para ti no lo es para mi, o viceversa.
Hay otros sin embargo que merecen una reverencia por todo el que desempolve sus hazañas.
Cada quien tiene el derecho de llorar en paz a sus muertos, de tratar de garantizar que su paso por la vida no se extinga, de cuidar a la familia que queda, de seguir el camino de la vida de los que quedan aquí.
Es mejor, muchas veces, llorar en paz, para traer paz.
Es difícil, incluso en toda la historia dominicana comparar a alguien con el líder de masas más grande que este país pariera, José Francisco Peña Gómez.
referencias: artículos de la época https://acento.com.do/2015/actualidad/8205221-moradores-de-santo-domingo-este-califican-como-un-fracaso-el-plan-de-contenedores-de-basura/
