¿Se crearon para ello?. Seguro que no. Sin embargo, las Juntas de Vecinos en gran número, salvo cada días más raras excepciones, son una extensión de los que ocupan el sillón de la alcaldía, al menos así ocurre en Santo Domingo Este.
Llenas de buenas personas, las ponen a competir en un invento que se llama Presupuesto Participativo, donde se sacan «la lotería» de que al fin el ayuntamiento se ocupe de sus problemas, en una competencia muchas veces desleal y de espaldas a los estudios de factibilidad y planificación del territorio.
Muchos presidentes de las Juntas de Vecinos terminan siendo aliados al poder de turno, con ello les disuade mediante contacto directo de cualquier protesta, denuncia, mal estar, que deba producirse por inacción de las autoridades y demás, las Juntas de Vecinos constituye un calmante.
Las estructuras barriales siempre han existido, solo que ahora poseen voz y voto que aparentemente da la misma sociedad.
Parte del poder real radica en quien logre el control de los lideres comunitarios y si es mejor, que sean presidentes o parte de las directivas de las Juntas de Vecinos.
El control de las Juntas de Vecinos a veces constituyen competencias de importancia por lo que políticamente representan , más que comunitario.
En Santo Domingo Este muchas de las Juntas de Vecinos están «desactualizadas»… hace rato debieron realizar elecciones o actualizar sus controles sin que se sepa, a ciencias ciertas, por qué las autoridades de la Alcaldía que tienen que ver con el tema, presidida por Thelma Sanchez, no sinteriza el control.
Comunitarios claman porque la Sra Sanchez, funcionaria, cumpla con su trabajo mientras ella se resiste y es que de una parte u otra el control de las estructuras obedecen unos a favor de la funcionaria y otros en contra a la política.
Por ahora no parece que cambiará nada, se acercan las próximas elecciones y el combate será real, comenzando, primero, por el control de los comunitarios, piedra angular de la política en Santo Domingo Este.