Dice Karen que espera «informes técnicos» para concluir qué hará con lo ocurrido con su candidatura… sin embargo sabe, que como ocurrió en el 2016 solo para ella existe un camino… irse para «su casa» y esperar cuatro años más…
En la competencia interna del 16 se supo qué pasó, una orejita desde el CP le cerró el paso a las dizque encuestas y Karen tuvo que tragar en seco y aguantar, siendo derrotada y, en su pequeña protesta, los del Cañero gritaron en la Casa Nacional, nunca visto, y el CP pactó.
Hoy el país se encuentra en una crisis verdaderamente fuerte, donde el que conoce el proceso de impugnación, Leonel, está impugnando, y parece que llegará hasta las ultimas consecuencias sin embargo… Karen pertenece al bando que esta siendo cuestionado.
Aun cuando la protesta de Karen es válida y a pesar que ella dice estaba en primero en algunas encuestas, segunda en otras, pero detrás del Cañero siendo Luis Alberto, efectivamente, el tercero, a pesar que muchos aspirantes a regidores y aspirantes a diputados denuncian irregularidades y cada quien tiene sus pruebas, la realidad política es que en el caso de Karen, un eventual enfrentamiento con los resultados afectaría directamente la credibilidad (más) del proceso impugnado presidencial y esto hace que Karen, esta vez, como en aquella competencia, no le quede más remedio que tragar en seco y aceptar los resultados.
Todo el que impugne ahora está contra el equipo de Danilo/Gonzalo y Karen lo sabe, no hay posibilidad que ella impugne nada en contra de los intereses del actual presidente.
Alfredo Martínez gritó, la «agarró contra el mensajero», Luis Alberto, «exculpando» al Proceso, El software, el Conteo y todo ello, agarrando el jarro caliente con un paño, aplaudiendo a Gonzalo para «preservarse»… ni él, ni él, se atrevió contra el poder que sabe aun, no puede enfrentar.
Esta es la dura realidad política que pone a Karen en una encrucijada, parada en medio de dos trincheras, entre fuegos, derrotada por el llamado «fuego amigo»
