
ACOSDE y CODIA en el punto de mira, pasividad y/o complicidad en la Negligencia
Mientras en el Distrito Nacional el colapso del Jet Set grita negligencia y clama responsabilidad, en Santo Domingo Este la Alcaldía arma un circo vil: una inspección al Puente de la 17, una obra que no le toca, pues es del Ministerio de Obras Públicas, herido por el luto.
Esto no es un traspié; es un figureo asqueroso que usa el dolor colectivo como foco.
Las instituciones que deben exigirle cuentas a la Alcaldía, como las asociaciones profesionales, callan o se limitan a murmurar.
No hay reclamos serios, solo silencio que apesta a complicidad mientras el alcalde desfila en un show fuera de lugar, burlándose del duelo de un pueblo roto.
El Jet Set cayó por descuido, y la Dirección de Planeamiento Urbano de la Alcaldía, que aprueba construcciones, es una burla letal. Una contadora, sin calificación legal y señalada como familiar de un político del partido gobernante, manda allí. Esta violación de la ley, que arriesga vidas, no sacude a las instituciones responsables de velar por la competencia profesional.
Hace un año, una de ellas alzó la voz, pero no fue a los tribunales, dejando la impunidad suelta. Mandar a personas sin preparación a dirigir lo que exige expertise es un delito silenciado, un eco del Jet Set que nadie quiere escuchar.
Basta de excusas. Las instituciones no son espectadores; son guardianes que han fallado.
Dejar que la Alcaldía ponga a cualquiera en Planeamiento Urbano es tan grave como el colapso que lloramos. El show del Puente de la 17, aplaudido sin cuestionar, es una bofetada al luto. ¿Por qué no exigen que solo los calificados tomen decisiones? Porque la comodidad pesa más que la justicia. Santo Domingo Este no necesita más teatros ni dulces para tapar la rabia; necesita instituciones que obliguen a la Alcaldía a cumplir.
Si no actúan, el próximo desastre no será solo de concreto, sino de un municipio traicionado.
credo por Multimedios LZO sobre texto de Fernando Buitrago

