La construcción del nuevo Palacio de Justicia en Santo Domingo Este, que se encuentra en más de un 85% de avance, promete ser un hito significativo para la administración de justicia en la provincia. Con una inversión que supera los RD$4 mil millones y un diseño moderno que abarca más de 32 mil metros cuadrados, este proyecto está destinado a transformar la manera en que se imparte justicia. Sin embargo, su ubicación en una zona densamente poblada plantea serios desafíos en términos de tránsito y accesibilidad, que deben ser abordados con urgencia.
El nuevo Palacio de Justicia se sitúa en la avenida Sabana Larga, entre el ensanche Ozama y Los Mina, áreas conocidas por su alta densidad de población y tráfico caótico. Actualmente, los alrededores del sitio de construcción ya experimentan congestiones significativas, y se prevé que la situación se agrave exponencialmente una vez que el complejo judicial comience a operar a plena capacidad.
El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, ha subrayado la importancia de esta obra para la provincia, destacando que se trata de la principal construcción judicial en la historia de la democracia dominicana. Este complejo albergará instancias del Poder Judicial, el Ministerio Público y la Defensoría Pública, incluyendo 24 salas de audiencia que cubrirán áreas civil, penal y laboral. La magnitud de estas operaciones atraerá a un gran número de personas diariamente, aumentando la presión sobre la infraestructura vial existente.
Para evitar que el funcionamiento del Palacio de Justicia se convierta en un catalizador de caos vehicular, es imperativo implementar un plan de reconfiguración del tránsito en la zona. Este plan debe incluir la ampliación de vías, la creación de rutas alternativas, y la mejora del transporte público para facilitar el acceso y disminuir el uso de vehículos particulares.
Además, es crucial considerar la construcción de estacionamientos adecuados y áreas de recreación para los usuarios y visitantes del complejo judicial. Actualmente, la falta de espacios de aparcamiento es un problema recurrente que agrava las congestiones y genera estrés entre los conductores.
El gobierno del presidente Luis Abinader, que heredó este proyecto con apenas un 20% de avance y lo ha llevado a su fase final, debe ahora dirigir su atención a estos desafíos logísticos. La inauguración del Palacio de Justicia, prevista para finales del presente año, ofrece una ventana de oportunidad para coordinar esfuerzos entre el Ministerio de Obras Públicas, las autoridades municipales y los organismos de tránsito para asegurar una transición fluida y ordenada.
Marcos Jesús Colón, secretario general de la Alcaldía de Santo Domingo Este, y otros funcionarios que acompañaron al ministro Ascención en la supervisión de la obra, deben liderar este esfuerzo integral de planificación urbana. La reconfiguración del tránsito no solo mejorará la accesibilidad al Palacio de Justicia, sino que también elevará la calidad de vida de los residentes de ensanche Ozama, Los Mina y otras áreas aledañas.
En conclusión, mientras el nuevo Palacio de Justicia se perfila como una construcción moderna y de gran importancia para la provincia Santo Domingo, su impacto positivo solo podrá ser plenamente realizado si se toman medidas adecuadas para reconfigurar el tránsito en sus alrededores. La planificación y ejecución de estas medidas deben ser una prioridad inmediata para evitar que esta obra monumental se convierta en un epicentro de caos vehicular y deterioro de la calidad de vida urbana.