En época de Juancito, quien gobernó durante 10 años, se «convencía» a los «regidores» de manera «inadecuada», incluso con resorts, lo cual por sí solo lo descalifica.
Aunque dicen que de los muertos no se habla, cuando los políticos mencionan a los fallecidos, la verdad debe salir a la luz.
Fue en la época de Juancito que se implementó el fraudulento Programa Limpia, que resultó ser una carga financiera violenta para el presupuesto y no aportó nada, tercerizando el servicio solo en las zonas más cercanas de la ciudad de Santo Domingo Este, sin llegar ni siquiera al Lucerna.
El programa Limpia terminó siendo uno de esos capítulos que se «olvidaron» y nunca sabremos con exactitud cuál fue el destino real de todos esos recursos.
En tiempos de Juancito, se destrozó el Transfer, no se logró rescatar la avenida Barceló, se continuó con el deterioro paulatino del Parque del Pensador y se arrabalizó la Plaza Duarte. También se descuidaron los terrenos del Museo de la Caña, los alrededores del Faro a Colón y la Hiberoamericana, donde los lavadores ilegales de carros se apoderaron de todo.
En la época de Juancito, se entregaron las llaves de los multiusos a manos «casi particulares», se repartió el Mercado del Almirante en pocas manos, se trabajó con nominillas pagando sueldos de esclavitud, las finanzas eran «inanalizables» y como legado, dejó, si acaso, dos o tres parques, pero nunca se ocupó ni preocupó de extensiones como El Parque de la Familia y otros emblemas pensados por Balaguer, ya que ni siquiera los entendía.
No, la ciudad no tiene mucho que agradecer a Juancito, quien tuvo una proyección mediática importante pero terminó viviendo fuera del distrito, mudándose de la ciudad y mostrando poco amor por la comunidad que administraba.
En época de Juancito, se descuidaron hasta el abandono total las escuelas laborales y nunca se limpió la cañada de la marginal de las Américas.
El «mundo» de Juancito no incluía la Circunscripción 3 de Santo Domingo Este, salvo algunas zonas de Villa Carmen.
Es posible que este escrito tan crítico cometa algunos errores, pero solo algunos. Sin embargo, nadie puede afirmar, por ejemplo, que en tiempos de Juancito se hizo algo por el cementerio municipal, ya que los nichos municipales no se repararon desde los años 90, como muestran videos recientes.
No, Juancito no ha sido el mejor alcalde; incluso, dejó un legado limitado. En realidad, para el año 2020, toda la ciudad estaba abandonada, arrabalizada y distribuida entre «compañeritos» del partido morado, y eso comenzó desde los tiempos de Juancito.
Que en paz descanse.
Si bien es cierto que la mezquindad nos convierte en miserables, no decir la verdad nos convierte en hipócritas.
Se lamenta la muerte como resultado de conflictos personales y económicos. Este es el miedo que surge ahora con alguien que se presenta como el «reencarnado», también empresario de los «mismos» tipos de negocios. Pero buscar ser el legado de alguien que no pudo desalojar ni desarrabalizar la bomba de los Mina, por muy «buena gente» que fuera y lo lamentable de su fin, no es políticamente correcto