por Manuel Salazar
(Intento de contribución a que el PRM entienda cada vez mejor su buen momentum y el triunfo en Santo Domingo Este).
Los políticos que manejan bien los asuntos de la táctica y hacen buenos análisis de coyuntura, por lo general saben concertar alianzas, y lo hacen de manera oportuna.
No abundan los políticos con estas cualidades.
Las alianzas son algo más que suma aritmética. Un acuerdo entre dos o más partidos tiene un efecto multiplicador y hasta exponencial. Es mucho más que una suma. Varios partidos, unidos en torno a una fuerza de mayor desarrollo, en un proceso de «contagio y arrastre», resulta en mucho más votos que los que en las estadísticas frías cuentan cada uno, y que se sabe bien los canaliza el partido cabeza de la alianza.
Esto es abc de los políticos de carrera, doctrinarios; como lo era el Dr. Peña Gómez, por lo que pudo armar dos de las Coaliciones políticas más formidables de la historia nacional: el Acuerdo de Santiago (1974) y el Acuerdo de Santo Domingo (1994/1996). El doctor Peña Gómez distinguía, además, el papel multiplicador de determinadas personalidades, intelectuales, profesionales, sindicalistas y empresarios que, como tales, tenían un peso específico y proyección en la sociedad y en comunidades.
Por eso, nunca trató de grupitos, ni con menosprecio de ningún tipo a sus aliados, y logró hacerse acompañar de mucha gente interesante sin militancia política orgánica.
El PRD de aquel tiempo perdió «el momentum» tras la muerte del Dr. Peña Gómez; y el Dr. Leonel Fernández en cambio se las arregló para armar coaliciones que le llevaron al poder; mientras el PRD, hoy derivado en PRM, salía y se mantenía fuera del poder por 20 años.
Luis Abinader y parte del liderazgo principal del PRM, incluido por supuesto, Hipólito Mejía, tienen vocación y actitud a las alianzas amplias, entendiendo no la aritmética, sino el impacto multiplicador de las mismas. Es de esperar que esa visión determine el comportamiento del PRM en las elecciones presidenciales y congresuales próximas.
Esa visión de entendimiento de las alianzas se impuso en las municipales recién celebradas, con un excelente desempeño del PRM. En Santo Domingo Este, por ejemplo. Sin la alianza amplia en torno a Manuel Jiménez, el PRM no exhibiera hoy el triunfo de la Alcaldía, y como máximo habría obtenido 8- 10 regidurias.
(Imaginemos, no más, que Manuel Jiménez hubiera sido candidato de los partidos aliados, propuesto a estos por COMPROMISO RD, sin el PRM. Y que el PRM hubiera participado solo con otro candidato).
Sin el PRM, a lo mejor Manuel Jiménez no habría ganado; o no tenido un triunfo tan resonante; y quizás, si lo hubiera obtenido, le habrían hecho «coca», como le hicieron con su triunfo en el 2016. El PRM fue fundamental para que esta vez se confirmara el triunfo de ese año; pero aquella vez Manuel Jiménez ganó sin el PRM, y sólo con el Frente Amplio y el PRSD.
El PRM no ganaba sin Manuel Jiménez.
Así que esta junta Manuel Jiménez/ PRM fue inteligente.
Es decir, la alianza aportó el Alcalde a los resultados del PRM, y 12- 14 regidores más que los que sin esa alianza este partido habría logrado. Sin la ola generada por el «momentum», empujada por la alianza, probablemente no habrían sido electos muchos de los regidores que hoy hacen privanza de la votación que lograron.
II.-
No debe haber lugar para la privanza, ni para menospreciar a aliados que, si bien no sacaron muchos votos en el papel, llevaron mucho más al caudal del PRM, que encabezó la alianza.
Hemos ganado en alianza una importante batalla el pasado 15 de marzo. Falta la definitiva, la por la presidencia y el congreso; que también sólo en alianza se gana. Luis Abinader aparece hoy como el próximo presidente de la República, y esa significativa posibilidad hay que cuidarla y fortalecerla cada día.
Los perremeistas, que son, con la alianza, los más beneficiados por los resultados obtenidos, deben ser los que más deben cuidarla.
Si las elecciones fueran en este momento, Luis Abinader ganaría con mucho en primera vuelta.
¿ Cuáles son los elementos que sustentan ese buen momentum/posicionamiento? En mi opinión, los siguientes:
1.- Luis Abinader es un buen candidato; sin cola que se le pise; atractivo a una clase media que se hartó del PLD; que hace un discurso cada vez más atinado, y que facilita la unidad con otras fuerzas.
Como Manuel Jiménez en Santo Domingo Este;
2.- El colapso de la marca PLD; sus escándalos de corrupción; la división de sus filas; y su mal candidato;
3- El deseo creciente de cambio en el pueblo; que viene desde, y se expresó en el 2012, y que el PLD escamoteó y el PRD de Miguel Vargas saboteó;
4.- Un PRM con cierto nivel de desarrollo orgánico, que lo convierte dentro de la oposición en la mediación posible para el cambio, y por tanto, centro principal de la unidad con otros partidos y movimientos de ciudadanos independientes.
Son todos esos elementos, juntos, vistos en integralidad y armonía. Todos juntos empujan una ola de cambio, constituyen un buen «momentum» para el candidato presidencial Luis Abinader. Si se disuelve, disipa, o escapa uno de esos elementos, habría una realidad distinta.
Hay que cuidar los componentes del «momentum». Con el buen juicio, que me consta lo cuidaron José Liz y Néstor Julio Cruz Pichardo, entre otros, dirigentes de la campaña de Manuel Jiménez, cruzada con la de Luis Abinader, en Santo Domingo Este; quienes pensaron, y trabajaron para el triunfo en ese municipio, como una plataforma para seguir ganando en las próximas presidenciales y congresuales.
El PRM en Santo Domingo Este, debe cuidar su buen » momentum».
Cuando se logra una unidad hay que saber cuidarla; más en los detalles que en lo general. Durante la campaña, hubo mucho descuido en los detalles, respecto a los partidos aliados y Compromiso RD. En casi toda la campaña. El 8 de febrero, por ejemplo, se hizo una clausura de campaña, regia; en la que todo fue brillante. Pero brilló también la no inclusión de los aliados como parte de la portada del acto, y se les dejó allí como bulto útil.
Candidatos a regidores de los partidos aliados pueden demostrar que hubo campaña desleal en su contra por parte de perremeistas, y hasta sustracción y anulación de votos en inteligencia con funcionarios electorales.
Un detalle es un detalle. Dos detalles son dos detalles. Y muchos detalles reiterados, expresan una línea de comportamiento.
Ya se ganó. Ahora hay que ser más cuidadosos con los detalles.
Se lo digo yo; que creo que todos esos detalles son «peccatas minutas» frente al interés de sacar al PLD del poder; que siempre he sido y soy amigo leal; que en esta coyuntura histórica, he apoyado y seguiré acompañando a Manuel Jiménez y a Luís Abinader, sólo por el programa de cambio que plantean, y por la nueva ambientación política que su triunfo genere en Santo Domingo Este y en el país.
Y que, por demás, nunca me ha pasado por la mente que seré funcionario, ni empleado, a ningún nivel, en el gobierno de ninguno de los dos, mis queridos, excelentes y viejos amigos.