Un video temprano desnudaba que un equipo político de la Circunscripción 3 de Santo Domingo Este se repartía la miniAlcaldía de El Almirante muy temprano… cada puesto «ya tenía dueño», rememorando aquellas asignaciones que para algunas instituciones del estado se repartieron aún, sin ser asignadas e incluso, algunas de ellas, nunca lo fueron.
Las miniAlcaldías no son para repartir entre políticos, como si fuera un pastel o una presa de una cacería, son para colocar a personas no solo con ganas de trabajar sino con la línea del alcalde de turno, así fue como lo concibió Domingo Batista, primer alcalde de santo Domingo Este y padre del proyecto.
¿Qué puede hacer una Alcaldía si sus «sucursales» no bailan el mismo son, al mismo ritmo del alcalde de turno?.
En la inauguración de la oficina senatorial de Antonio Taveras un «militante» le solicitaba al Alcalde, Manuel Jiménez, que le «entregara» la miniAlcaldía de Ciudad Juan Bosch como si fueran nichos solamente para hacer política, como un trozo de pastel o una hija en matrimonio.
Ya vendrán otras miniAlcaldías y ya vendrán otros alcaldes y en ese momento, las estructuras serán dadas a quien conduzca el mismo timón del Alcalde, como dijo Samuel Medrano, «alcalde» de El Almirante, él es una hechura de Manuel Jiménez.
Vendrán otros tiempos, pero por ahora, es lo que hay.
Posiblemente, sirva de lección, junto a otros capítulos fallidos de reparto prematuro, para que cada quien espere que le llegue el momento, sin apresurarse.
Es una pena entender que los que llegaron piensan la ciudad como lo pensaron los anteriores, como un premio del que hay que comer, a veces de forma inmisericorde, en vez de pensar en el pueblo, más que en nada.
Hoy es lo mismo que ayer, o peor.
