Si… pero no.
Discurso pausado, con poco dominio del escenario, Wander Ramírez anuncia que abandona un barco para subirse a otro.
Está claro que toda persona tiene el derecho de en cada etapa, en cada periodo electoral, apoyar y dejar de apoyar a alguien en específico, restando y sumando según convenga.
Karen Ricardo sale beneficiada, pues más allá de lo que el regidor le pueda aportar como caudal de votos, le era necesario además de su arduo y indiscutible buen trabajo como diputada que algún que otro ente político, peledeista, le levantara la mano.
Sin embargo, los argumentos que esgrime Wander de críticas al alcalde de turno , le queda deslucido pues, si bien se sabe que el alcalde posee todos esos impulsos caprichosos y evidentes signos de deficiente administración, también es cierto que todo lo hecho por este ha sido avalado casi siempre, ciegamente, por la bancada morada.
Cada quien que seleccione el barco en que se quiera montar, es el derecho de cada quien pero por favor, sin patriotismos.
Quién sabe si además de un discurso de desmontada del barco cañerista reeleccionista también necesite otro de mea culpa como parte indiscutible de lo bien o mal que se ha conducido esta administración. Salvo raras excepciones, a veces increíbles, Alfredo Martínez no ha estado como capitán solo en su barco, los marineros han remado, y bien duro que han remado.
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