Los de Dio llegaron cual cruzados

Investidura, anunciando retaliación, venganza y cancelaciones contra sus compañeros de partido. El lenguaje de odio es lo que ha inspirado a un número no despreciable de nuevos «inquilinos», sobre todo contra los llamados Manuelistas que nunca arremetieron contra el autodenominado pastor, pues la actitud fue ni fu ni fa, ni a favor ni en contra para, además, no afectar la candidatura del presidente Luis Abinader.

Casi es un delito ser «manuelista» y el propósito es «limpiar» todo lo que fuera la vieja administración, quedándose, claro, los que «no puedan cancelar»… por padrinaje, por ahora.

La gestión de Manuel Jiménez se caracterizó por la inclusión, pues este convocó a una comisión creada en el PRM, conformada por José Sánchez, Adán Peguero, el Dr. Vázquez y Domingo Batista para dar cabida en la nómina y en la administración al PRM, logrando más de un 80% de militancia, a pesar de los discursos distorsionadores y falsos de incluso, algunos de estos líderes durante toda la gestión.

Solo con observar el reparto original: José Sánchez, director financiero; Adán, Katy Báez (ex aspirante a alcalde), directora; Melido Torres, jurídico; Nilda Alanis, mano derecha de Dio Astacio, directora de Comunicaciones y otros cargos solo para perremeístas, contrario a Dio que quiere en todos los puestos «gente suya», porque no entiende la naturaleza de quienes le dieron el «gane».

Hoy se siente un ambiente de odio, retaliación e inquisición, que repercutirá, y ya lo hace, sobre las bases perremeístas porque Manuel Jiménez sigue siendo el líder del municipio y, sobre todo, porque el trato de este hacia sus compañeros dista mucho del que cunde entre los seguidores del nuevo alcalde. para con sus, en teoría, iguales.

Como cruzados, los de Dio creen que todos los que trabajaron en la gestión pasada son sarracenos y, por ende, no debe quedar ni uno.

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