A esas horas se moviliza simultáneamente la masa laboral y escolar, que ingresa y se retira de sus puestos de trabajo o de sus centros educativos al mismo tiempo
SANTO DOMINGO. Las horas pico u horas punta, como también se les conoce en países de Asia y Europa, son en las que se producen mayores congestiones en la vía pública por el aumento de la demanda de los servicios del transporte.
En República Dominicana, los “picos del tránsito” se ubican entre las 7:15 y 9:00 de la mañana, de 12:00 a 2:00 de la tarde y de 5:00 a 7:30 de la noche. A esas horas se moviliza simultáneamente la masa laboral y escolar, que ingresa y se retira de sus puestos de trabajo o de sus centros educativos al mismo tiempo.
Con el objetivo de conocer cuáles son los diez puntos críticos del tránsito del Distrito Nacional en los intervalos anteriormente señalados, Diario Libre acudió a la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) que, para los fines exclusivos de esta publicación, realizó un levantamiento de campo y expidió un mapa, señalándolos.
¿Cómo descongestionar la ciudad en las denominadas horas pico?
El ingeniero Onésimo González, perito en tránsito y movilidad vial, cree que el agravante de la “resaca” vehicular del Gran Santo Domingo es la ausencia de un sistema integrado de transporte. A su juicio, solo con la implementación de un nuevo régimen se quebrantaría la anarquía del sector, como se contempla en la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.
“El ochenta por ciento de los problemas que hay de congestión en las grandes ciudades del mundo se generan porque no existe un sistema integrado de transporte público, como sucede en el caso que nos compete. En el país tenemos una estructura de transporte masivo, pero no un sistema integrado de transporte público, que son dos cosas distintas”, dijo González a Diario Libre.
Desde el año 2017, el legislador José La Luz ha propuesto dividir la jornada laboral en dos turnos rotativos para debilitar el embotellamiento de la ciudad: que la primera jornada se inicie a las 7:00 de la mañana y culmine a las 2:00 de la tarde; y que la segunda se inicie a las 2:00 de la tarde y concluya a las 9:00 de la noche.
“La idea es poner a la mitad de los empleados a trabajar en la mañana y la otra mitad en la tarde, no contratar a nuevos empleados”, precisó.
Actualmente, la mayoría de los trabajadores labora en una jornada ordinaria, que es la que se ejecuta dentro de un período que no excede las ocho horas al día (ni cuarenta y cuatro (44) a la semana).
Para González, la intención de escalonar los horarios de la masa laboral contribuiría a disminuir el volumen de automóviles en las horas pico, así como la de dividir en dos la jornada laboral. Sin embargo, asegura que ambas serían soluciones paliativas, no definitivas.
Otro aspecto que se debe observar, según González, es que la oferta de vialidad del Distrito Nacional es de unos dos mil kilómetros, pero el parque vehicular crece –en promedio– un 3 % anualmente desde el año 2009 y un porcentaje considerable de ese excedente se adhiere a la ciudad capital. “Es decir, que tenemos las mismas calles para cada vez más automóviles”, dijo.
En el año 2016, el parque vehicular de República Dominicana –compuesto mayoritariamente por motocicletas– era de 3,854,038. Ese año entraron al país 241,074 vehículos, según el Boletín Estadístico de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Si bien es cierto que el estiramiento que ha experimentado el parque vehicular en la última década es una consecuencia directa de la ausencia del sistema integrado que se reseñó en párrafos anteriores, también lo es la construcción de nuevas vías, asegura el especialista.
Onésimo González entiende que, con determinación y coraje político, el problema del tránsito de Santo Domingo podría resolverse en el corto plazo, de tres a cinco años, “porque los mecanismos están”.
Además del estrés al que se someten los conductores, en las horas pico o punta se incrementa el riesgo de contraer enfermedades respiratorias por el exceso de dióxido de carbono en el aire. En el país, más del 85 % de la flota vehicular utiliza gasolina y díesel. Del 2012 a la fecha sólo se importaron 58 vehículos eléctricos.
¿Rutas alternativas?
Cuando se abordó a la DIGESETTT sobre las vías alternativas que podrían emplearse para descongestionar la ciudad a esas horas, la entidad señaló que “definir rutas alternas causaría un impacto (negativo) que afectaría vías de determinadas zonas que no cuentan con la capacidad vial, la movilidad de los residentes y visitantes, ya que las posibles rutas alternas se inician y terminan en las mismas donde se ubican los puntos indicados en la tabla (los puntos verdes del mapa interactivo) anterior.
Las autoridades aclararon, además, que para definir rutas alternas por el efecto de la alta demanda vehicular se debe tener información actualizada del origen y el destino de los desplazamientos durante los períodos pico.
Pese a eso, los conductores del Gran Santo Domingo (y con acceso a internet móvil) tienen la opción de emplear herramientas de mapeo como Google Maps o Waze para gestionar sus rutas alternativas, por citar dos de las más populares en la región.