Los MUSICONES, enemigos públicos

Una de las mayores molestias de la población son los escandalosos.

Vienen en versión Vecinos, Guaguas Plataneras o carros «preparados» para difundir escándalo.

Algunas veces, llegan en una versión más difícil de tratar, predicadores evangélicos que, con megáfonos en la mano, irrumpen la tranquilidad de los barrios hasta en los días de fiesta.

Las autoridades se muestran lentas y por mandato, sin poder crear especies de «camionas» que en ve de ilegales, carguen sea con un vecino que no deja dormir o con un carro que irrumpe las calles avisando a todos que llegó un maleducado que se cree el alcalde.

Las guaguas plataneras constituyen la otra plaga pues cambiaron el pregón por audios «cansones», a altos volúmenes que hacen que un «anciano salte de su silla o un bebé reviente en llanto.

Lo peor de las guaguas plataneras es que si de pronto se detienen porque alguien les está comprendo ellos ni bajan el volumen, dejando su audio despertando el barrio entero.

El ruido que incluso algunos llaman música alta es uno de los grandes males que afecta la sociedad y ha crecido, gracias al caos imperante en todo el país desde lo organizativo.

Tachada de pandemia medioambiental, se aprecia que las autoridades están lentas y los afectados muchas veces temen que se «filtre» quien llamó pues, los mal educados tienden a ser seres violentos que buscan hasta venganza e incluso, estarían dispuestos a matar si alguien les llama a las autoridades.

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