Dijo Martí: «Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea y, con que esté bien su entorno, ya da por bien el orden universal».
La militancia del PRM se montó en una ola redentora de una sociedad que acumuló, durante años, los casos de corrupción amparados por una impunidad institucional y el convencimiento de parte de los «podridos» de que estarían en el poder eternamente… y el cálculo, falló.
Luis Abinader ganó, pues eran los que «estaban en la fila», un partido heredero no solo de los malos usos del estado que anida en la clase política toda, sino la diasporización de los grupos que conforman el partido y la relativa independencia de accionar, esta vez, limitada por la modernización del estado.
Los procesos en el estado, del cual solo los del PRM han criticado abiertamente sobre el tema de la contratación de los servidores públicos, organiza el tema de las compras y contrataciones, además otros procesos del estado que, en teoría, limita la posibilidad de robar, malversar fondos, hacer trampas, proceder a enriquecerse con el uso del poder que siempre, es temporal.
El PRM posiblemente sea el primer partido que choca con un fenómeno que, aunque no nuevo, si tiene «la otra cara de la moneda», un ministerio público independiente y un presidente que, aun con los desaciertos, es claro que no está en sus planes no solo ser señalado sino imputado en el futuro.
El pasado gobierno, heredero de periodos anteriores de corrupción e impunidad, llegó al colmo, según el expediente presentado, pero sin sentencias aun, a tener un Ministerio Público corrupto y una Cámara de Cuentas comprometida… o sea, instituciones claves para que no se desarrolle la cultura de lo mal hecho, estaban corroídas hasta lo increíble.
En este gobierno, como en todos, llegan un grupo de funcionarios de primer nivel, segundo y tercero, que llegaron para robar, malversar, quien sabe si con ello convertirse en diputados, senadores, alcaldes e incluso existe otra arista que es la del funcionario bueno que termina siendo convencido que puede ser llegar a ser un cargo elegido y con ello termina haciendo mal uso de los recursos del estado que se han puesto en sus manos no para una candidatura, sino para cumplir con su rol como servidores públicos.
En composición social y política, los que gobiernan ahora no son diferentes a los que ayer lo hicieron, de los cuales, en ambas aceras, se pueden señalar ejemplos de humildad, coherencia, decencia, ética, seres con un convencido deseo de servir al pueblo que contrasta con verdaderos delincuentes e incluso, quienes llegaron como los primeros y en el medio… se pudrieron, se pudren o están por podrirse.
Mañana, un día, el partido que hoy gobierna dará paso a otro, a alguno existente o por existir, y ese día, que nunca es lo suficientemente lejos en el tiempo ni vida de los hombres, estos le pedirán cuentas a los que ejercen hoy el sacrosanto deber de servir al pueblo.
La justicia tarda, pero llega.
Hoy, los que robaron a manos llenas hasta el punto de la vergüenza están entre rejas y quizás sea para siempre… pero es claro que por más que a los que gobierna ahora se les advierta, se les diga, no escarmentarán, pues el poder es como droga que te lleva a hacer lo que en otro contexto no harías… hasta los principios saltan y caen cuando el ego sobrepasa.
¿Quién salva al funcionario de mañana no ser señalado o caer en un expediente?
La respuesta no está escrita en los libros de textos sino en la mente de cada uno, sus aspiraciones como humano, el amor que le tenía a su familia y la capacidad de convencerse de que el poder es más temporal que la vida misma, que no vale la pena acabar preso, tu apellido destrozado, tu familia señalada y el destino hecho trizas.
La sociedad cambió y si bien se comporta de forma extremadamente líquida, no reteniendo interés en temas importantes e incluso, en los banales, como seres humanos, la mayoría no toleran los excesos, incluso, si uno mismo se excede… el ser humano siempre mira la paja del ojo ajeno; todos vigilan a todos y quien hace las cosas mal tiene muchas más posibilidades de caer, ser filmado e incluso juzgado en las redes antes que la justicia, con más posiblidad que antes.
El futuro se construye hoy, quien eres hoy no serás mañana, si el sol salió y lo ves de frente, más tarde dará luz a tu cabeza cuando te pase por encima para ir a alumbrar a otros y llega la noche… uno decide si dormir en casa cómoda, digno, con menos, soñando o termina en un frío catre en una habitación de 2×2 compartida.